Imagen de Bao Youxiang/ Miniatura del canal de youtube Armapedia
Cuando hablamos de narcotráfico, siempre se nos vienen a la cabeza los grandes carteles mexicanos o colombianos. También pensamos en cómo actualmente, en Europa, la Mocro Mafia y diversos grupos criminales distribuyen droga por el continente, a menudo bajo dinámicas de criminalidad nunca vistas en esta región. Sin embargo, uno de los focos más desconocidos para el público general en materia de criminalidad y tráfico de estupefacientes es el sudeste asiático.
En esta región, nos encontramos con un estado de facto cuyo sustento económico principal es el tráfico de drogas. No se trata de un estado reconocido por la comunidad internacional, pero en un país como Myanmar (anteriormente Birmania), el Estado de Wa se erige como un actor consolidado frente al caos que reina en la zona debido a la guerra civil que asola Myanmar.
Un verdadero narcoestado
De acuerdo con los preceptos que rigen el Derecho Internacional Público, se establece que para que pueda existir un estado deben darse tres requisitos o factores. El primero es la existencia de un territorio, el segundo es la existencia de un grupo poblacional, y el tercero es una estructura política. En esta noción clásica, podemos afirmar que el Estado de Wa cumple todos los requisitos y los perfecciona con una estructura económica, política y militar equiparable a la de cualquier país de la zona.
El Estado de Wa es un territorio autónomo ubicado en el noreste de las montañas autónomas de Myanmar. Este territorio se ha consolidado como un actor sólido frente a la caótica situación de guerra civil que asola Myanmar. Su actividad económica se basa en la venta de metanfetaminas, los burdeles, las salas de juego ilícitas y el tráfico de personas. Lejos de ser un territorio sin ley, esta sociedad cuenta con estructuras jurídicas avanzadas, incluyendo una constitución, un sistema tributario, jueces y tribunales.
Por otro lado, el Estado de Wa cuenta con tradiciones y un acervo identitario propio que se materializan en una bandera, un folclore y una organización social militarizada. Esta organización ha de hacer frente constantemente a las amenazas externas que se presentan en la región. Se trata de un territorio con soberanía propia cuya principal actividad económica reside en la producción y distribución de sustancias estupefacientes. Hablamos, por tanto, de un verdadero narcoestado en todo su esplendor.
El Estado de Wa se divide en dos grandes regiones: una del norte y otra del sur, que están separadas entre sí y ocupan un área total de 17,000 km². La región sur, que limita con Tailandia, tiene una población de aproximadamente 200,000 personas y es una de las zonas económicas de desarrollo más importantes, donde se concentran los puntos más relevantes de la actividad delictiva. Su extensión territorial es equiparable a la de países como Holanda y Bélgica. Los líderes políticos del Estado de Wa son en su mayoría de etnia Wa, y han organizado el estado a la imagen y semejanza de China, adoptando un sistema político de dictadura de partido único.
Hablamos de un estado que se constituye por una serie de contingencias y que vive por y para el narcotráfico. La autonomía e independencia del Estado de Wa en el contexto de la guerra civil de Myanmar, junto con su ubicación en el llamado triángulo dorado de la droga en Asia, lo convierten en el eje vertebrador del narcotráfico en el sudeste asiático. Además, la propia situación de guerra civil lo transforma en un territorio inaccesible y totalmente hermético, donde la información que existe es muy escasa. El mejor trabajo realizado sobre el Estado de Wa es el del periodista norteamericano Peter Winn, quien ha logrado desentrañar gran parte de las redes de narcotráfico en el sudeste asiático y ha conseguido infiltrarse en el Estado de Wa, recopilando toda la información en su obra Narcotopia.
Libro de Patrick Winn «Narcotopia, la búsqueda del cartel de la droga asiático que sobrevivió a la CIA»
Por otro lado, el gobierno del Estado de Wa recae en una junta militar conocida como el Ejército Unido del Estado de Wa. Todos sus miembros pertenecen al Partido Unido del Estado de Wa, una escisión del Partido Comunista Birmano que surgió en 1989, cuando el Estado de Wa consiguió su independencia de facto, adoptando un sistema socialista con rasgos identitarios del nacionalismo Wa. La capital se establece en la ciudad de Pangnang.
El líder de este peculiar estado es el caudillo Bao Youxiang, quien asume el mando del ejército y gobierna de facto todo el territorio. Además, actúa como interlocutor entre el Estado de Wa y las distintas facciones de la guerra civil de Myanmar. Bao Youxiang ha instado constantemente al gobierno de Myanmar a otorgar más autonomía regional a las minorías étnicas, a cambio de un alto el fuego permanente y acuerdos de paz con grupos insurgentes armados.
Una vez desgranado el contexto en el que el Estado de Wa se desenvuelve, es crucial comprender cómo funciona la base económica de este país. Efectivamente, la producción y el tráfico de estupefacientes son la columna vertebral de su economía, siendo la metanfetamina la droga estrella. En el sudeste asiático, encontramos uno de los puntos calientes del tráfico de estupefacientes: el Triángulo Dorado, donde el Estado de Wa se erige como el centro neurálgico desde el cual se distribuye la droga a países como Laos, Tailandia, Filipinas e Indonesia, a través del río Mekong.
Si en EE. UU. el fentanilo se ha convertido en la epidemia silenciosa que asola ciudades, la metanfetamina se ha consolidado como la droga más consumida en Asia. Esta sustancia ha desplazado al cultivo de opio y a la heroína en la zona, apoderándose de la totalidad de la producción. En 2021, se incautaron más de mil millones de tabletas de metanfetamina en el sudeste asiático, superando siete veces las confiscaciones de hace diez años. Este aumento se debe, en parte, a la inestabilidad política y a la pandemia, que han permitido a los grupos criminales y armados expandir sus actividades.
Las autoridades han llevado a cabo operaciones internacionales para combatir el tráfico de drogas sintéticas en la región. En 2024, una operación coordinada por INTERPOL logró incautar drogas de síntesis por un valor estimado de 1,050 millones de dólares.
El mercado de metanfetamina en el sudeste asiático ha crecido de manera alarmante, con precios que varían considerablemente según la pureza de la sustancia. En Corea del Sur, el cristal extremadamente puro puede alcanzar precios de hasta 800 dólares por gramo, mientras que en Vietnam, los comprimidos diluidos se comercializan a solo 1.50 dólares por tableta. Este aumento en el tráfico de metanfetamina ha tenido un impacto significativo en la sociedad, con un incremento en la adicción y los problemas de salud asociados.
Las autoridades continúan luchando contra este grave problema, pero la situación sigue siendo un desafío debido a la complejidad del mercado y la falta de recursos disponibles para combatirlo.
El Triángulo Dorado es una región del sudeste asiático situada en la confluencia de los ríos Ruak y Mekong, en la frontera entre Myanmar, Laos y Tailandia. Esta área es famosa por su producción de opio y otras drogas, y ha sido una de las principales zonas productoras de opio del mundo desde la década de 1950. El nombre «Triángulo Dorado» fue acuñado por la CIA en 1971. Aunque históricamente ha sido conocido por la producción de opio, en las últimas décadas ha habido un notable cambio hacia la producción de metanfetaminas y otras drogas sintéticas.
Además de su historia vinculada a las drogas, el Triángulo Dorado es también una región de gran belleza natural y rica historia cultural. En la actualidad, el lado tailandés de la confluencia de los ríos se ha convertido en un atractivo turístico, con museos y parques temáticos que exploran la historia del opio.
Volviendo al Estado de Wa, su economía se basa principalmente en la producción de metanfetaminas, utilizando laboratorios propios o permitiendo que grupos criminales o rebeldes se asienten en sus territorios para producir y comerciar la droga sin interrupciones. Esta suerte de subarriendo facilita la producción de una variante de metanfetamina conocida como yaba, que es una droga sintética que combina metanfetamina con cafeína. Originaria de Asia, se presenta en forma de tabletas rojas o rosadas.
La incautación de pastillas en el sudeste asiático ha alcanzado la impresionante cifra de mil millones de pastillas en Tailandia, Filipinas y Vietnam. Sin embargo, a pesar de esta magnitud, solo representan alrededor del 20% de la producción total de la droga. Se estima que la producción total de pastillas en el Estado de Wa oscila entre 5,000 y 6,000 millones, generando unos cuantiosos beneficios.
Otra de las principales fuentes económicas del Estado de Wa son las zonas de juego ilícitas y los casinos, que se asemejan a mini Vegas en medio de las montañas de Myanmar. Estos casinos están ubicados en zonas económicas exclusivas, pero nunca en las capitales, donde los líderes militares buscan proyectar la mejor imagen posible de su capital. Para ello, han cerrado muchos burdeles, casinos y mercados donde se comercializan especies animales protegidas, atracciones que los ciudadanos chinos pudientes o de la frontera no pueden disfrutar libremente en su país. Es importante señalar que el chino es uno de los idiomas oficiales y el yuan, la moneda oficial en esta región.
Además, residentes de Pangshang, que pidieron mantener su anonimato, han informado a EFE que la policía expulsó a los numerosos drogadictos que normalmente deambulan por las calles de la ciudad, las cuales estaban llenas de policías durante las celebraciones del 30 aniversario del Estado de Wa. Sin embargo, según EFE, centenares de personas, incluidos soldados del Estado de Wa, entraban y salían del gran casino en el centro de Pangshang, que mantuvo sus puertas abiertas. Delante de este casino había aparcados decenas de coches de lujo, mientras muchos habitantes de la ciudad jugaban a los dados o al ping-pong en las calles.
A pesar de que se hable de una ciudad con infraestructuras más que aceptables, el grueso de la población vive en condiciones de absoluta pobreza. El Estado de Wa busca legitimarse como un estado, y dicha legitimación se sustenta en la actividad criminal que financia su ejército, un ejército altamente preparado que actúa como una fuerza militar tradicional ad hoc. Esta fuerza militar cuenta con doctrina, rangos, artillería, drones y material militar de alta tecnología proporcionado por el ejército chino.
De hecho, en las imágenes de la celebración del 30 aniversario del Estado de Wa, los soldados portaban rifles de modelos chinos QBZ-95 y Type 81. Por lo tanto, una de las bases de la supervivencia de este narcoejército reside en la diplomacia con el Partido Comunista Chino.
La génesis del Estado de Wa y su relación con China
Los wa eran una tribu indígena que habitaba en las montañas del norte de Birmania y, en el pasado, eran considerados uno de los pueblos más atrasados del país. Temidos como cazadores de cabezas, lograron mantener su independencia a lo largo de la historia, incluso durante el periodo colonial británico. Históricamente, aprovecharon las condiciones de las montañas para cultivar amapolas y obtener opio, convirtiéndose en un actor significativo en la producción de esta droga en la región.
El Estado de Wa surgió en 1989 de las cenizas de la guerrilla del Partido Comunista de Birmania (CPB), que había controlado durante décadas su propio territorio en el norte del país. Cuando los soldados de la etnia Wa y otras minorías se rebelaron contra sus líderes de etnia bamar, lograron obligarlos a huir a China y se apropiaron de las armas que hasta entonces habían pertenecido al CPB.
Es importante destacar que durante el desarrollo de la Guerra Civil China (1927-1949), muchos grupos étnicos de la zona fueron desplazados por la llegada del comunismo. Algunos de estos grupos fueron armados por la CIA para formar una guerrilla contra el Partido Comunista Chino. Sin embargo, tras ser considerados subversivos, pasaron a dedicarse al narcotráfico. A diferencia de estos grupos, los Wa se convirtieron en un estado lacayo de China, actuando como una fuerza de choque contra los Mong.
El Estado de Wa pronto firmó un alto el fuego con la junta militar birmana y, desde entonces, ha logrado expandir su territorio, que alberga casi un millón de habitantes. La Constitución birmana de 2008 lo reconoce como una “división 2 de administración autónoma” en el estado Shan.
Uno de los hechos que perpetúan la existencia del Estado de Wa es su relación con China. Tal es así que China tolera que Wa funcione como una narconación, siempre y cuando no se exporten estupefacientes a su propio territorio. En 2005, el Estado de Wa tomó medidas drásticas al prohibir y penalizar el consumo de drogas entre sus ciudadanos. Por lo tanto, los burdeles, salones de juego y laboratorios de drogas, en su mayoría pertenecientes a narcotraficantes chinos, se establecen en zonas económicas exclusivas.
China también considera a Wa un estado vasallo, proveyéndole de productos químicos y recursos naturales necesarios para la producción de metanfetamina y el mantenimiento de sus instalaciones. Para el gigante asiático, tener a una entidad estable controlando el narcotráfico resulta más beneficioso que lidiar con cientos de clanes enfrentándose entre sí. Esta relación le otorga a China una posición de ventaja en el Triángulo de Oro de la droga en Asia, permitiendo una mayor regulación y control sobre las actividades ilícitas en la región.
Por ejemplo, el gigante asiático exporta a Wa la pseudofedrina, un elemento químico imprescindible para la fabricación de metanfetamina. Además, es relevante destacar que Wa no se relaciona con otros cárteles de la droga ni exporta estupefacientes a Estados Unidos o Europa. Este paraguas del gigante asiático no solo garantiza la supervivencia del propio Estado de Wa, sino que también le otorga un grado de estabilidad en medio de la inestabilidad regional.
En 1994, los funcionarios del gobierno de Wa comenzaron a redactar un plan para poner fin a la producción y el tráfico de drogas en el Estado. Según una entrevista con funcionarios Wa, Bao Youyi (Tax Kuad Rang; también conocido como Bao Youyu) se convirtió en un objetivo buscado por la policía china debido a su participación en el narcotráfico. Como resultado, Bao Youxiang y Zhao Nyi-Lai viajaron al Condado Autónomo de Cangyuan Va en China y firmaron el Acuerdo de Cangyuan con funcionarios locales, el cual estipulaba que «no entrarán drogas en la sociedad internacional (del Estado de Wa); no entrarán drogas a China (desde el Estado de Wa); y no entrarán drogas a las áreas controladas por el gobierno birmano (desde el Estado de Wa)». Este acuerdo refleja la compleja dinámica entre la autonomía del Estado de Wa y su relación con el gobierno chino, así como el esfuerzo por regular la producción de drogas dentro de sus fronteras.
Actualmente, la economía del Estado de Wa se está centrando en diversas actividades, como la minería de estaño, el cultivo de té y la exportación de caucho o estabilizadores para plásticos. Además, muchos de los líderes locales tienen negocios en el tráfico jurídico común. Un ejemplo destacado es Hongbang Company, fundada en 1998, que es un conglomerado de propiedad wa involucrado en múltiples sectores, incluyendo construcción, agricultura, gemas y minerales, petróleo, electrónica, comunicaciones, destilerías y grandes almacenes.
El Grupo Hong Pang, con sede en Panghsang, también cuenta con oficinas en importantes ciudades como Yangon, Mandalay, Lashio, Tachilek y Mawlamyine. Esta diversificación económica no solo refleja la adaptación del Estado de Wa a las realidades del mercado global, sino que también demuestra su capacidad para operar en un entorno complicado, buscando alternativas que van más allá del narcotráfico.
Ho Chun Ting, también conocido como Aik Haw o Hsiao Haw, es el yerno de Bao You-Xiang y el principal propietario y director general de Yangon Airways, además de ser presidente de Tetkham Co Ltd, la cual administra una cadena de hoteles. Sin embargo, Yangon Airways fue incluida por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos en su lista de Nacionales Especialmente Designados y Personas Bloqueadas (SDN). Esto significa que, según la ley federal de los Estados Unidos, los ciudadanos estadounidenses tienen prohibido hacer negocios con personas o entidades incluidas en la lista de SDN. La OFAC designó a Yangon Airways en 2008, tras su adquisición por conocidos narcotraficantes del Ejército del Estado Wa.
Como hemos podido observar, el término narcoestado adquiere una dimensión mayor al referirnos al Estado de Wa. Este es un estado de facto que vive por y para el narcotráfico, todo ello bajo la sombra de China. Por lo tanto, aunque muchas películas y producciones de ficción se centran en Latinoamérica, la situación en Asia se está complicando cada vez más, siendo esta peculiar entidad el origen de casi toda la droga consumida en el sudeste asiático.