Podemos, que cuenta con cuatro diputados claves en esta legislatura ajustada en el Congreso, ha reafirmado que no es un socio del Gobierno de Pedro Sánchez. Ahora, el partido ha dejado en manos de sus bases la decisión de condicionar su apoyo a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) a dos demandas concretas: cortar relaciones diplomáticas con Israel y reducir los alquileres un 40%. Ione Belarra, líder de Podemos, anunció estas exigencias en una declaración telemática junto a la cúpula del partido, sin la habitual rueda de prensa de los lunes.
Por un lado, Podemos solicita al Ejecutivo la ruptura inmediata de relaciones diplomáticas y comerciales con Israel, al que califican de «Estado genocida», y piden un embargo total de armas. Por otro, exigen una intervención urgente en la crisis de vivienda, con medidas como reducir los alquileres en un 40%, prohibir la compra de viviendas con fines especulativos y desmantelar Desokupa, una empresa que consideran que agrava la situación. Según Belarra, es necesario poner fin a que la gente dedique todo su salario al alquiler, mientras los fondos buitre dominan el mercado inmobiliario, y se prioriza la especulación.
Belarra enfatizó que estas son demandas mínimas que el Gobierno debe cumplir para contar con el respaldo de Podemos, señalando que su partido debe aprovechar su posición en el Congreso para presionar. A su juicio, millones de ciudadanos que apoyan a Podemos, y también a otros partidos, no entienden que el Gobierno pueda volverse cómplice del «peor genocidio del siglo» ni que se quede de brazos cruzados frente a la crisis habitacional.