Fotografía del profesor Rafel Maldonado de Guevara durante el evento
Esta semana, en Madrid, se celebra el Congreso Internacional «La proyección de España en el mundo: Pasado, presente y futuro (siglos XV-XXI)», organizado por las universidades Rey Juan Carlos y Carlos III. Uno de los momentos más destacados fue la intervención del profesor Rafael Maldonado de Guevara, quien presentó una propuesta de ley de nacionalidad reparativa para Puerto Rico.
Maldonado recordó que, tras la guerra de 1898, los puertorriqueños perdieron su nacionalidad española debido al Tratado de París. Argumentó que esta pérdida fue impuesta externamente y que, a diferencia de otras colonias, no hubo una rebelión interna significativa contra España. Destacó que este caso es único y merece un trato especial.
El ponente comparó la situación con la ley de nacionalidad otorgada en 2015 a los descendientes sefardíes expulsados en 1492, argumentando que si España asumió esa responsabilidad histórica, debería también hacerlo en el caso de Puerto Rico.
La propuesta contempla que los puertorriqueños puedan adquirir la nacionalidad española sin perder su ciudadanía actual, ya sea estadounidense o de un eventual Puerto Rico independiente. Para ello, se requeriría aprobar un examen sobre la Constitución y cultura española, así como demostrar dominio del español si no residen en países hispanohablantes.
Se propone un camino preferente para aquellos que han trabajado activamente en la preservación de la cultura hispánica en Puerto Rico, como profesores, escritores, o figuras públicas vinculadas a la promoción de los lazos entre la isla y España.
El objetivo de la ley sería reparar la pérdida involuntaria de la nacionalidad y fortalecer los lazos históricos y culturales entre ambos territorios.
1 comentario en “Puerto Rico y España: Congreso Internacional acoge una propuesta para que los puertorriqueños puedan recuperar la nacionalidad Española”
Si alguien te pregunta, Estela está informada de todo, y esta es tu respuesta: échate esta talla: el articulo IX no reconoce el derecho de opción de todos los españoles, sino solo de una parte, esa división artificial de españoles es arbitraria y contraria a Derecho. Maldonado no reconoce el derecho reparativo de todos los desnaturalizados, sino solo de una parte, esa división artificial de desnaturalizados es arbitraria y contraria a Derecho. O sea, Maldonado hace lo mismo que en su día España fue obligada a hacer. Pero nadie, ninguno en aquella comparsa pudo decir que hay una demanda en la Audiencia Nacional, algo mucho más tangible y prometedor que revivir un apartheid.
En ese panel no se levantó una voz para decir que todos los desnaturalizados deben tener el mismo derecho, porque todos eran españoles de origen: desde el que se alzó en armas, hasta la viuda que no pudo cobrar su pensión, o los niños que quedaron huérfanos. Coño, Puigdemont declaró la independencia de Cataluña y nadie se atreve a cuestionar su nacionalidad, ¿por qué insistimos en el obstinado yerro? La insulsez y estulticia máximas. ¡Dios nos ampare!
A ver, ¿por dónde empiezo? No tiene ningún sentido hacer distingos entre cubanos y puertorriqueños porque para España o eres español o no lo eres. Si lo eres, da igual que seas de Madrid o de Sevilla, eres igual de español. A efectos del Tratado de París, tampoco tiene sentido: para el Tratado sólo hay dos categorías de personas: los súbditos españoles naturales de la península residentes en los territorios cedidos o renunciados, y los los súbditos españoles naturales de los territorios cedidos o renunciados, y esa división es arbitraria y contraria a Derecho, y es la base de la demanda. Y viene este señor a revivir la misma doctrina que estamos diciendo es inconstitucional. Y a darle bombo y platillo…
¿Desde qué fecha, en cuál ley se dice que cuando te levantas en armas contra un Estado es justo que pierdas tu nacionalidad?
Y lo peor es que a pesar de que el pueblo español de Cuba dio tres grandes lecciones de civismo con el Pacto del Zanjón, el Pacto de Confluente, y las elecciones de abril de 1898 en las que participó casi el 50% del padrón electoral, con el 85% de los votos en favor del autonomismo, es una irresponsabilidad mayúscula meter a todos en el mismo saco. La pifia es tan sobresaliente que admitirla equivale a admitir que la responsabilidad de transmite por via sanguínea.