La visita de los Reyes a Paiporta, junto con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comenzó a planificarse hace tres días, con el propósito de acudir a los municipios de Valencia afectados por la DANA. El objetivo principal de esta visita era realizarla “cuando las condiciones de seguridad y la ausencia de interferencia en las labores de rescate lo permitieran.”
El Gobierno de Pedro Sánchez era la institución que tenía la última palabra sobre si finalmente se hacía la visita el pasado domingo o no. Finalmente el Ejecutivo decidió que el domingo era una fecha segura para que los Reyes viajasen a Valencia, debido a que según sus propios informes, a pesar de que la zona estaba tensionada por las consecuencias de la DANA, no había ningún tipo de riesgo. Esta información la trasladó Moncloa a la Casa Real el pasado viernes, dos días antes de que la visita a Paiporta tuviera lugar.
El departamento de seguridad de la Moncloa se coordinó con la Casa Real para asegurar que, a pesar de la falta de recursos en la zona debido a la ausencia de efectivos militares y guardias civiles, la presencia de las máximas autoridades del Estado en Paiporta no generaría ningún tipo de alteración en el orden público.
Pedro Sánchez abandonó la comitiva conjunta a los pocos minutos de comenzar los gritos de los vecinos
La visita por parte de los Reyes se llevó a cabo con el fin de conocer las tareas de rescate que se estaban llevando a cabo, así como expresar en primera persona el pésame de la familia Real a los familiares de los fallecidos y desparecidos. Además, quisieron expresar el apoyo al conjunto de los vecinos en la recuperación de los suministros básicos. Pero los vecinos de Paiporta, cansados de no recibir los recursos necesarios para solucionar su situación, explotaron ante la presencia de los Reyes, presidente del Gobierno y Mazón.
A los pocos minutos de comenzar los lanzamientos de barro y de objetos, Pedro Sánchez decidió abandonar la comitiva y dejar a los Reyes y Mazón, aguantar los gritos, reproches y agresiones de los asistentes. Don Felipe se acercó a distintos grupos de asistentes para hablar con ellos y tranquilizarles, al igual que la reina Letizia, quien no pudo aguantar las lágrimas.
Mientras esto sucedía, Pedro Sánchez huyó del lugar del altercado en un coche de su seguridad privada. Tras recibir los primeros insultos, abandonó Paiporta. A las pocas horas reapareció junto a Don Felipe y Doña Letizia en Chiva, donde se encuentra el centro de operaciones especiales y de emergencias.