Más de dos años después del cambio de postura de España respecto al Sáhara, en el que el presidente Pedro Sánchez expresó su apoyo a la propuesta de autonomía marroquí, el mensaje de Rabat hacia Madrid se ha vuelto más exigente. En una carta enviada a Mohamed VI el 14 de marzo de 2022, Sánchez afirmó que consideraba la propuesta de autonomía de 2007 como “la base más seria, creíble y realista para la resolución de este diferendo”. Sin embargo, las autoridades marroquíes parecen haber dejado claro que este apoyo ya no es suficiente.
Macron refuerza la alianza con Marruecos
La reciente visita del presidente francés Emmanuel Macron a Marruecos ha puesto de relieve el fortalecimiento de la relación entre París y Rabat, en contraste con las tensiones que existieron anteriormente. Durante su visita, que fue la primera en casi seis años, Marruecos agradeció públicamente a Macron su apoyo en el conflicto del Sáhara, destacando que la propuesta de autonomía es “la única base para alcanzar una solución política justa, duradera y negociada”. Este respaldo se produjo en un contexto de acuerdos bilaterales por valor de 10.000 millones de euros, donde ambos países firmaron hasta 22 convenios en diversas áreas, lo que contrasta con los vagos acuerdos alcanzados entre España y Marruecos en años anteriores.
Proyectos bilaterales y la competencia con España
La visita de Macron también resultó en la adjudicación a la empresa francesa Alstom de un contrato para suministrar 18 trenes de alta velocidad entre Kenitra y Marrakech, una operación valorada en 1.800 millones de euros. A pesar de que las empresas españolas CAF y Talgo competían por el contrato, la administración marroquí optó por la oferta francesa, destacando que era “más competitiva”. Aunque los ministerios marroquíes habían instruido priorizar las candidaturas españolas para grandes proyectos, la decisión muestra que la antigua metrópoli sigue siendo el socio preferido de Marruecos.
La decepción española en las relaciones con Marruecos
A pesar del cambio de enfoque del Gobierno español hacia Marruecos, las relaciones entre ambos países no son del todo satisfactorias. Entre las principales frustraciones se encuentra la espera por la apertura de las aduanas comerciales en Ceuta y Melilla, que sigue estancada. Además, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha reconocido que no hay obstáculos técnicos por parte de España desde inicios de 2023. Aunque no se ha logrado un reconocimiento explícito de la soberanía española sobre estas ciudades, la cooperación en el control de la inmigración irregular ha sido uno de los logros más significativos del Gobierno español en este periodo.
La crisis migratoria y sus implicaciones
El buen momento diplomático entre España y Marruecos no ha evitado que el aeropuerto de Casablanca se convierta en un punto de partida para ciudadanos de África occidental que buscan asilo en España, utilizando escalas en Madrid-Barajas. Esto provocó el colapso de las instalaciones destinadas a tramitar estas solicitudes, obligando al Ministerio del Interior a implementar requisitos de visado para los ciudadanos mauritanos.