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Las tensiones en la coalición tripartita alemana podrían desencadenar su colapso inminente, debido a profundas discrepancias en política económica entre los socialdemócratas del canciller Olaf Scholz, los ecologistas y los liberales. La ruptura de esta alianza pondría al país al borde de elecciones anticipadas, posiblemente en 2025, y abre un período de incertidumbre en medio de una recesión que amenaza la posición de Alemania en el panorama global.
Crisis de confianza y ultimátum económico
El detonante ha sido la reciente propuesta de Christian Lindner, ministro de Finanzas y líder liberal, de reorientar drásticamente la política económica del país. Con el producto interior bruto en retroceso por segundo año consecutivo, Lindner presentó la “Carta de divorcio”, un documento de 18 páginas que expone su plan de reducir la intervención estatal y relajar las regulaciones empresariales, fiscales y climáticas. Frente a una creciente competencia de China y otros mercados, Lindner considera que Alemania necesita «un cambio de rumbo». Sin embargo, sus socios de coalición lo ven como una amenaza a los principios de la alianza.
Reuniones de emergencia y decisiones pendientes
En las últimas jornadas, el canciller Scholz ha sostenido varias reuniones con Lindner y el ministro de Economía, el ecologista Robert Habeck, en un intento por salvar la coalición. Hoy por la tarde está prevista una sesión clave entre los líderes del gobierno, donde se espera que se tomen decisiones definitivas. La fecha crucial será el 14 de noviembre, cuando la Comisión Presupuestaria debe entregar su propuesta al Parlamento. La dificultad radica en que, además de reactivar la economía, el gobierno debe encontrar los fondos necesarios para cubrir el déficit de miles de millones en el presupuesto de 2025, respetando a su vez los límites constitucionales de endeudamiento.
Juegos de poder y estrategias electorales
La crisis ha despertado dudas sobre si los liberales realmente buscan romper la coalición o si simplemente buscan mejorar su posición electoral de cara a los próximos comicios. Actualmente, los liberales se encuentran en mínimos históricos en las encuestas y temen quedar fuera del Parlamento en las próximas elecciones legislativas. Sin embargo, no desean cargar con la responsabilidad de una ruptura, por lo que están maniobrando estratégicamente para presionar a sus socios mientras intentan esquivar el costo político de una eventual salida.