Un estallido de protestas en la región secesionista de Abjasia culminó con la irrupción de manifestantes en el edificio del parlamento en Sujumi.
La movilización, motivada por la oposición a un acuerdo que permitiría a ciudadanos y empresas rusas adquirir propiedades en el territorio, derivó en enfrentamientos con la policía y el control temporal del recinto legislativo por parte de los manifestantes.
La sesión parlamentaria, que estaba programada para discutir la ratificación del acuerdo, fue pospuesta debido a la presión de las protestas. Decenas de manifestantes derribaron las puertas metálicas del complejo gubernamental utilizando un camión, y posteriormente treparon por ventanas tras arrancar las barras de metal. Según fuentes médicas, al menos ocho personas resultaron heridas y fueron trasladadas al hospital.
El líder opositor Eshsou Kakalia afirmó que el edificio parlamentario estaba bajo el control de los manifestantes y adelantó que exigirán la dimisión del presidente abjasio, Aslan Bzhania. Las oficinas de la administración presidencial, situadas en el mismo edificio, también fueron tomadas por los manifestantes.
En respuesta, la administración presidencial anunció que se estaban tomando medidas para retirar el polémico acuerdo con Rusia. Este acuerdo, firmado en octubre en Moscú, permitiría a entidades rusas realizar inversiones en Abjasia, lo que ha despertado temores de que los ciudadanos locales queden desplazados del mercado inmobiliario debido al ingreso de capital extranjero.
Abjasia, que se separó de Georgia tras un conflicto armado en 1993 y consolidó su control tras una breve guerra entre Georgia y Rusia en 2008, cuenta con el reconocimiento de independencia únicamente por parte de Rusia y unos pocos países más.
Líderes opositores abjasios señalaron que las protestas no buscan socavar las relaciones con Rusia
Muchos abjasios temen que acuerdos como el actual refuercen su estatus como un estado cliente de Rusia. El viernes, los legisladores abjasios tenían previsto votar sobre el acuerdo, que permitiría proyectos de inversión rusos, pero el creciente descontento social obligó a posponer la discusión.
En un comunicado, líderes opositores abjasios señalaron que las protestas no buscan socavar las relaciones con Rusia, sino proteger los intereses económicos y sociales de los ciudadanos locales.
El panorama político en Abjasia ha estado marcado por recurrentes episodios de movilización ciudadana. En 2014, manifestantes tomaron la sede presidencial y forzaron la dimisión del entonces líder Alexander Ankvab. Años después, en 2020, el sucesor de Ankvab, Raul Khadzhimba, renunció tras protestas masivas relacionadas con controversias electorales.
Las protestas actuales surgen en un contexto de tensión creciente. Esta semana, el presidente Bzhania convocó una reunión de emergencia del consejo de seguridad luego de que manifestantes bloquearan carreteras y exigieran la liberación de cuatro activistas detenidos por su oposición al acuerdo.