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En su declaración ante la Audiencia Nacional, Víctor de Aldama, señalado como presunto conseguidor de la «Trama Koldo», aseguró haberse reunido en diversas ocasiones con Teresa Ribera, vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, para tratar un proyecto enfocado en revitalizar la España vaciada. Según De Aldama, la propuesta buscaba convertir pueblos deshabitados en comunidades temáticas, aprovechando infraestructuras en desuso y empleando mano de obra local.
El empresario sostuvo que estas reuniones estaban ordenadas por el entonces ministro de Transportes, José Luis Ábalos. «La ministra sabía perfectamente quién era yo porque la reunión estaba organizada«, señaló durante su testimonio. Además, mencionó que en una de estas reuniones participó Begoña Gómez, esposa del presidente Pedro Sánchez, en representación de Wakalua, una filial de Globalia vinculada al proyecto.
Acusaciones cruzadas y tensión política
De Aldama afirmó que el desarrollo de la iniciativa sería liderado por él y Javier Hidalgo, entonces CEO de Globalia. Aunque aclaró no haber estado presente en el encuentro donde participó Gómez, señaló que su rol estaba relacionado con la mencionada filial.
Las declaraciones de De Aldama, que incluyen acusaciones previas contra otros altos cargos, han avivado el clima político. El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, exigió la dimisión del presidente Pedro Sánchez, argumentando que sus socios políticos deberían cuestionar qué ganan al proteger estas irregularidades. Feijóo incluso se ofreció a liderar una posible moción de censura para «acabar con esta situación».
El trasfondo judicial y nuevos desafíos para el Gobierno
Víctor de Aldama permanece en prisión provisional por su implicación en un caso de presunto fraude en el sector de hidrocarburos. Su comparecencia ante la Audiencia Nacional se produce en un contexto en el que el Tribunal Supremo ha decidido abrir una causa contra José Luis Ábalos. Además, trascendió un mensaje de WhatsApp enviado por De Aldama al exministro, donde advertía que respondería públicamente si continuaba mencionándolo en los medios.
El caso sigue generando implicaciones políticas y judiciales, con nuevas acusaciones que complican aún más la situación para figuras clave del actual Gobierno.