La Guerra de Ucrania continúa escalando con el uso de armamento avanzado y un refuerzo de las alianzas estratégicas entre los bandos enfrentados. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha declarado que una de las prioridades del presidente ruso, Vladimir Putin, es expulsar a las tropas ucranianas de la región rusa de Kursk antes de que Donald Trump asuma nuevamente la presidencia de Estados Unidos el próximo 20 de enero.
Según Zelenski, Putin busca demostrar que «controla la situación» y cumplir con lo que él mismo ha definido como objetivos clave de la invasión. Durante una conferencia, el mandatario ucraniano expresó su certeza de que Rusia intentará recuperar el territorio de Kursk antes de la toma de posesión de Trump, quien ha sido un firme crítico de la política exterior actual de la administración Biden.
El conflicto en la región de Kursk ha sido especialmente significativo, pues las tropas rusas han perdido terreno desde agosto, y Ucrania ha logrado avanzar, aunque las fuerzas rusas siguen concentrando alrededor de 50,000 efectivos en la zona. Además, en los últimos meses se han detectado tropas norcoreanas en la región.
Desde que Estados Unidos y Reino Unido dieron su visto bueno a Ucrania para utilizar armamento de largo alcance, como los misiles ATACMS y Storm Shadow, las operaciones militares en territorio ruso han ganado intensidad. El 19 de noviembre, Ucrania lanzó misiles ATACMS contra la región rusa de Briansk, y poco después, los misiles británicos Storm Shadow impactaron en Kursk.
Zelenski ha subrayado la importancia estratégica de la región de Kursk, considerando que mantener el control sobre ella podría fortalecer la posición de Ucrania en futuras negociaciones con Rusia. Sin embargo, el presidente ucraniano también ha reconocido que la situación en Donetsk es aún más complicada. En esta zona, las evacuaciones continúan, con 120 personas, incluidos 9 niños, siendo trasladados de la línea del frente.
Mientras tanto, la incertidumbre crece en torno a cómo cambiará la postura de Estados Unidos con la llegada de Trump a la Casa Blanca. Durante su campaña electoral, Trump sugirió que podría lograr un acuerdo entre Putin y Zelenski para poner fin al conflicto en 24 horas, aunque no detalló cómo se llevaría a cabo. Su lema de ‘Estados Unidos primero’ y su propuesta de reducir la presencia estadounidense en el mundo preocupa el futuro de la ayuda militar que recibe Ucrania, un apoyo que ha alcanzado los 108,000 millones de dólares desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022.