Viñeta Forges abogados. (Foto: Movimiento J2)
El obtener una jubilación digna después de años y años trabajando es una de las metas a las que todo el mundo aspira. En este caso, son abogados y procuradores están en pie de guerra, pues las pensiones de jubilación de muchos de ellos están en peligro. En un año complicado para el sector debido a las precarias condiciones del turno de oficio, se ha juntado este problema, el problema de encontrarse con pensiones de jubilación indignas. La lucha de abogados y procuradores tiene calado en un debate más amplio que toca de lleno al modelo de pensiones, pues ¿puede ser esta una de las pruebas que indican que un modelo privado de pensiones es inviable?
Los modelos de cotización social que se les brindan a los abogados y procuradores
Una vez te has graduado en Derecho y realizado el máster habilitante para el ejercicio de la abogacía o el de procura (aunque desde el año 2022 se encuentran unificados) tienes que colegiarte y empezar a gestionar la forma de trabajo que quieres. Como siempre, cuando decides no trabajar para otro, y por cuenta propia montar tu negocio te enfrentas a numerosos escollos y trabas.
Una de ellas es la relativa a elegir el sistema de previsión social, una decisión que no es baladí, ya que de cara al futuro si se elige mal puede dar quebraderos de cabeza. Y en efecto es lo que está ocurriendo con muchos abogados y procuradores. Se dan dos opciones, la primera es cotizar a través del conocido como Régimen Especial para Trabajadores Autónomos (RETA) o poder cotizar a través de un sistema privado de previsión social, en este caso se contemplan dos, Mutualidad de la Abogacía o Alter Mutua.
Es importante reseñar que también el profesional puede cotizar en el RETA y de forma complementaria puede hacerlo en el sistema de previsión social privado. No obstante, si se decide comenzar en el RETA no se puede pasar al sistema privado renunciando al RETA. En cambio, sí que se puede pasar al RETA renunciando al sistema privado.
Por lo que las protestas de abogados y procuradores se centran en aquellos que confiaron en los sistemas de previsión social privados, quienes, tras una vida laboral aportando religiosamente, se encuentran con pensiones irrisorias. Algo sangrante teniendo en cuenta que muchos de ellos han estado 40 años cotizando y ahora se encuentran con pensiones de entre 300 a 500 euros.
Mutualidad de la abogacía
Los sistemas de previsión privados que se barajan son los de Mutualidad de la Abogacía y Alter Mutua. La mayoría de las protestas se fijan en torno al primero de ellos, pues es este en el que la mayoría de los abogados y procuradores resultan afectados. Pero, ¿en qué consisten estos sistemas de previsión social? Y, sobre todo, ¿Qué ofrecen?
La Mutualidad de la abogacía se define como una aseguradora que actúa sin ánimo de lucro para ofrecer a los profesionales del mundo del derecho, personas de su entorno familiar y sociedades profesionales la cobertura de todas sus necesidades de previsión, ahorro y seguro. Por ejemplo, si quieres realizar el ejercicio de la profesión por cuenta propia, como autónomo, la mutualidad te plantea un plan de aportaciones que pivota en torno a varias ventajas.
En sí la mutualidad te asegura que, tendrás mayores beneficios fiscales y bonificación en las cuotas durante los tres primeros años, las cantidades aportadas son tuyas y se revalorizan sin que se dependa de valores externos, el capital aportado estará disponible en el momento de la jubilación o para una posible incapacidad y que conocerás de antemano el dinero del que dispondrás cuando te jubiles.
Tomando el plan de autónomo que cubre situaciones como contingencias de incapacidad permanente, incapacidad temporal, cobertura de fallecimiento y cobertura de ahorro y jubilación. Se parte de la premisa de que se debe realizar una aportación mínima, dicha aportación va ascendiendo con el paso de los años y se espera que cuando se cumpla la edad de jubilación se obtenga un capital que asegure la jubilación.
De manera que en la siguiente tabla podemos ver como operan las aportaciones mínimas:
Fuente: Mutualidad de la Abogacía
Aquí, tal como se puede observar, tenemos el índice de aportación mínima por año, teniendo en cuenta que según indica la propia Mutualidad, a partir del 6º año las aportaciones son crecientes anualmente un 3%.
Además de establecerse por la propia mutua una estimación del capital al 3% que se obtendrá a los 67 años correspondiente a los mínimos de contratación.
Fuente: Mutualidad de la Abogacía
Lo que se puede observar es que, en cierto modo, la Mutua juega con un valor de capitalización del 3% algo que es un valor hipotético de rentabilidad. De tal manera que la cobertura de jubilación respecto al capital aportado varía en función del valor de capitalización. Valor del que no se informa cómo se calcula ni de dónde sale, simplemente que es la Asamblea quien lo ratifica, tomándose un valor de 3,83% pendiente de aprobación por parte de la Asamblea General 2024. Siempre jugando bajo el mantra de que rentabilidades pasadas no aseguran rentabilidades futuras.
Resulta, por tanto, muy opaco el hecho de que la propia mutua hable de que los fondos se revaloricen sin factores externos. Entonces, la cuestión radica en saber en base a qué “factores internos” los fondos se revalorizan. También resulta curioso el hecho de que se dice que con la mutualidad puedes conocer de cuanto dinero dispondrás en la jubilación, entonces no tendrían sentido las protestas de profesionales del derecho que actualmente tienen unas pensiones irrisorias, ¿hablamos de presunta publicidad engañosa por parte de la mutua o de mentiras por parte de los profesionales que protestan?
Otras de las protestas de los profesionales del Derecho son las dificultades con las incapacidades temporales, los profesionales de la abogacía manifiestan su malestar respecto a las deficiencias. No obstante, desde la mutualidad de la abogacía se establece en los planes una cobertura para contingencias profesionales.
Fuente: Mutualidad de la Abogacía
Por ende, lo importante a reseñar es la opacidad de la Mutua respecto a la revalorización del capital aportado y en base a como se debe solucionar una situación que complica el futuro de muchos abogados. La Mutualidad defiende que ha hecho una gestión transparente los activos y fondos que posee. Por otra parte, de las rentas derivadas afirmando que los abogados que protestan tienen pensiones más bajas porque sus aportaciones han sido bajas. También se escudan en el hecho de que no se trata de un régimen homólogo al del RETA, por lo tanto, el tipo de coberturas y de retribuciones
La Mutualidad de la Abogacía permite hacer aportaciones en un régimen alternativo al sistema de la Seguridad Social. Los abogados pueden ir haciendo aportaciones a la aseguradora para ir acumulando una pensión privada para cuando se jubilen. El 90% de los activos de la Mutualidad se concentra en activos financieros, sobre todo en renta fija de alta calidad crediticia. Otro 6% lo componen varios inmuebles (41, en total) y un 4% son depósitos y cuentas corrientes.
Foto del plan de jubilación:
Por parte de la mutualidad de la abogacía, su presidente Rafael Navas ensalza la transparencia de la institución: “aquí siempre se les ha proporcionado información suficiente como para saber qué tipo de pensiones tenían. De hecho, desde el año 2018, nosotros comunicamos en el informe trimestral, que se le envía a cada mutualista, la pensión esperada en función de las aportaciones que tienen definidas”.
Del mismo modo, asevera que desde la Mutualidad: “somos conscientes de que las pensiones que tienen son en algunos casos bajas, en otras son menos bajas y aquel que se ha preocupado por mejorar sus prestaciones tiene lo que ha decidido tener”.
“Esto no es un plan de pensiones, nosotros nos dedicamos a hacer seguros. En la Mutualidad, en el año 2005 se tomó la decisión de cada mutualista pudiera tener sus derechos consolidados e individualizados económicamente, con lo cual depende de sus aportaciones a dónde quieren llegar”, señala. Abundando en la idea de que el régimen de la Mutualidad y el RETA son diferentes, advierte que los mutualistas “están aquí como alternativa al régimen público, pagando mucho menos dinero, porque la mayoría de ellos han pagado muy poquito dinero y, sin embargo, quieren las mismas prestaciones que en el RETA”, señala Rafael Navas.
Protestas de los abogados y procuradores, el movimiento J2
Muchos profesionales de la abogacía y la procura se encuentran en una situación crítica respecto a sus pensiones. En muchos casos, sus aportaciones en sistemas de capitalización privados como Mutualidad de la Abogacía han provocado que sus pensiones finales a la hora de la jubilación sean de miseria. La profesión de la abogacía no deja de ser vocacional, la defensa de los derechos ajenos como si fueran propios. Por ende ver en los juzgados a profesionales arrastrando la toga y el maletín que no pueden jubilarse porque su pensión no alcanza para vivir dignamente.
Tanto es así que muchos abogados se encuentran en una situación en la que han aportado de forma religiosa las aportaciones que la mutua pedía. Sin embargo, cuando llega el momento de la jubilación, las pensiones que quedan son de 400 o 600 euros, a lo que muchos se sienten estafados por la praxis de la mutua.
El origen de esta historia parte en 1967 produce la disolución las mutualidades laborales y los mutualistas pasaron a formar parte del Régimen General de la Seguridad social. No obstante, quedaron vivas algunas mutualidades como la de la Abogacía. Ya en 1995, los abogados que quisieren ejercer por cuenta propia debían afiliarse a la mutualidad de la abogacía si querían trabajar. En una resolución del Tribunal Supremo del año 2000, se reconoció a los abogados en ejercicio la posibilidad de elegir entre la Mutualidad o el sistema público de seguridad social (RETA).
La incertidumbre se adueñó de la abogacía, puesto que se les dijo todo lo aportado se perdería si comenzaran a cotizar en el RETA. Por otro lado, desde la Mutualidad se apeló a continuar cotizando por dicha vía en base al corporativismo. En aquellos tiempos, la mutualidad ofrecía “una pensión”, 600 euros al mes tras cotizar 40 años. El sistema se vendía como semejante al de la seguridad social: los mutualistas activos pagaban a los pasivos.
La entrada en vigor de la ley de seguros privados modifica la estructura de la mutua, mutando de un sistema de capitalización colectiva a uno de capitalización individual, cuya dinámica, dicen los abogados, se asemeja a un fondo de ahorro y no a “un sistema de pensiones con unas prestaciones equivalentes al RETA” partiendo de una aportación similar a la del Régimen de Autónomos.
Ante la situación que se ha dado con las pensiones paupérrimas los profesionales del Derecho con la finalidad de canalizar sus reivindicaciones respecto la problemática con la Mutua, Ángel López, abogado y miembro veterano del Movimiento J2 (Jodidos), «El Movimiento J2 es un movimiento que nosotros llamamos de enjambre: totalmente horizontal, desjerarquizado y desorganizado». Este movimiento viene a recoger el descontento de todos los mutualistas afectados con el fin de dar una solución justa y digna respecto de las pensiones que les quedan a los mutualistas. Desde este colectivo se viene a denunciar, en primer lugar, el hecho del desamparo y de la publicidad presuntamente engañosa de los productos de la mutua. En segundo lugar, la connivencia del los colegios de abogados y el Consejo General de la Abogacía Española con la Mutua y finalmente reivindicar una solución de pasarela al RETA con la ayuda del estado, o que los fondos que maneje la mutualidad pasen a ser gestionados por la Tesorería General de la Seguridad Social.
Todas estas reivindicaciones se han materializado en distintas acciones o manifestaciones, como la que tuvo lugar en Madrid el 13 de marzo frente al ICAM o la que tendrá lugar este sábado 13 de abril frente al ICAM a las 11:30, una marcha de recorrido que acabará a las puertas de la Tesorería General de la Seguridad Social.
Fuente Agencia EFE.
El Movimiento J2 también se muestra crítico, especialmente hacia el presidente de la Mutualidad, a quien consideran que «está ahí porque se le mantiene». Además, se entiende que desde la Mutua se juega con trucos, puesto que la desde el principio se plantean una situación cómoda, en la que cotizas mucho menos que en el RETA. “En ese sentido la Mutua se posiciona muy bien porque te ofrece, al principio, unas cuotas bastante bajas que el primer año son a 25 euros. Es algo soportable, aunque le sumes los 40 euros de Colegio. Unos gastos fijos de unos 70 euros al mes. La trampa es que te acomodas a esa situación, pero, cuando te das cuenta, llevas ocho o diez años en la Mutualidad pagando poco, no te has preocupado por algo tan lejano como la jubilación y cuando algunos veteranos empiezan a comentar la pensión que les llega, a mi me surge la duda”. Es una situación muchos mutualistas al despreocuparse por la situación de las pensiones y verse con una complicada situación.
La solución: pasarela al RETA
Se ha puesto sobre la mesa una nueva propuesta para abogados y procuradores de las mutualistas puedan pasar al sistema público de cotización. De acuerdo con Elma Saiz las líneas de la pasarela que canalizarán el paso de los mutualistas al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) a través del rescate de las aportaciones hechas durante sus carreras profesionales que pasarán a ser permutadas por años cotizados al sistema público con la base mínima.
No obstante, resulta insuficiente para muchos de los mutualistas que se han manifestado hoy en Madrid. Tanto es así que remarcan que el anuncio es «insuficiente«, además de que consideran que la solución de este problema para por una «solución global para todos los abogados y procuradores«, pues la sensación general que se da es la de dar largas a los mutualistas afectados siendo este un «parche». Necesitándose una serie de garantías, puesto que se trata de una cotización en un régimen alternativo, pero análogo con el de la Seguridad Social, algo que no se está consiguiendo en tanto que los abogados y procuradores no tienen una seguridad de que la pasarela al RETA se efectúe en las mismas condiciones.
El movimiento J2 y el sindicato Venia han articulado un movimiento que trasciende de las afiliaciones políticas en pos de pelear por un futuro digno y de tranquilidad. Esta situación sobre la mutualidad, abre un debate más amplio respecto de los modelos de capitalización privados y el sistema de pensiones, a la vista está que, si se tiene que habilitar una pasarela al RETA, es porque el sistema de la mutualidad no funciona. Ahora bien, el cómo se hará el cambio, y bajo que garantías es una incógnita.
Lo que es una realidad es que los profesionales del Derecho que optaron por la mutualidad se encuentran en una precaria situación, esperando saber si podrán jubilarse o tendrán que arrastrar la toga y el maletín por los juzgados durante varios años más. Desde luego se trata de una lucha absolutamente loable, el «15m de la abogacía», esta vez con el futuro de miles de personas en juego. Si han sido o no estafados los mutualistas es algo que le tocará determinar a un juez cuando proceda , lo que sí que es necesario es entender que el desconocimiento general de esta situación es un importante problema. Las pensiones son un problema que se deberá abordar, eso sí, esta puede ser la primera prueba de que los modelos de capitalización privados son un fracaso.