El Sevilla FC ha dado un paso inusual al convertirse en el primer club español en denunciar ante el Comité de Competición de la Federación Española los vídeos emitidos por Real Madrid TV sobre los colegiados que arbitran los partidos del conjunto blanco. En estos vídeos, de manera sistemática, se resaltan supuestos errores de los árbitros cuando dirigen partidos del Real Madrid en LaLiga.
En el comunicado emitido por el club andaluz, se menciona explícitamente un sentimiento de «hostigamiento» por parte del Real Madrid hacia el colectivo arbitral. Este hecho se da a conocer justo antes del partido entre el Real Madrid y el Sevilla FC, donde Isidro Díaz de Mera actuará como árbitro principal y Pablo González Fuertes como el árbitro a cargo del VAR.
Comunicado del Sevilla FC
El Sevilla FC, a través de un escrito formal, ha expresado su condena y ha denunciado estos hechos ante los estamentos federativos. El club busca que se evalúe si estas acciones constituyen una infracción del Reglamento General de la RFEF u otra normativa aplicable. Además, reitera su enérgica postura contra este tipo de comportamientos, calificándolos como campañas orquestadas que dañan la imagen del estamento arbitral y ponen en entredicho la integridad de la competición.
La controversia se centra en los vídeos que Real Madrid TV emite semanalmente, destacando supuestos perjuicios arbitrales contra el Real Madrid. Este tipo de prácticas no son nuevas y han generado críticas, incluso por parte del máximo responsable del colectivo arbitral, Luis Medina Cantalejo, quien previamente expresó su desaprobación y consideró que generan una presión innecesaria sobre los árbitros.
A pesar de las críticas y desaprobaciones, ni el Colegio de Árbitros ni la Federación Española habían tomado medidas concretas contra la emisión de estos vídeos por parte de la televisión oficial del Real Madrid.
En este contexto, la denuncia del Sevilla FC abre un debate sobre los límites éticos de las estrategias mediáticas que algunos clubes pueden adoptar para influir en la percepción del arbitraje y, por ende, en el desarrollo de la competición.
Este episodio pone de manifiesto la tensión existente entre la libre expresión de opiniones y la responsabilidad que los clubes pueden tener al difundir contenidos que puedan afectar la integridad y la imagen de los árbitros. Queda por ver cómo responderá el Comité de Competición ante esta