Sufrió más de la cuenta. Por momentos dio la sensación de que hoy no era su noche. Pero el Real Madrid es el Real Madrid, el más grande de todos. Y en Wembley lo volvió a demostrar. En una final sumamente entretenida, con situaciones de gol en ambas áreas, el conjunto merengue pegó en el momento justo y alzó la Champions N°15 de su exitosa historia.
El primer tiempo no hacía imaginar un final como el que tuvimos. Borussia Dortmund lo tuvo contra las cuerdas al Madrid con sus punzantes ataques que generaron zozobra en el arco de Courtois. Un juego vertical, con mediocampistas veloces y muchos jugadores llegando a posición de ataque. Adeyemi dispuso de un mano a mano que no supo concretar y Fullkrug una clarísima que impactó en el poste. Real Madrid, por su parte, no hacía pie en el partido. Camavinga y Kroos no lograban darle estabilidad a un equipo que era claramente dominado. En los primeros 45′, los blancos no patearon a portería.
El segundo tiempo mostró una dinámica más pareja, aunque con los alemanes más cerca de abrir el marcador. Avisó el Madrid con un remate de Kroos y un cabezazo de Carvajal, en lo que fue un aviso de lo que estaba por venir. Fullkrug volvió a decir presente con un fuerte cabezazo despejado por Courtois y Bellingham casi aplica la ‘ley del ex’ tras un centro desde la izquierda. Estaba para cualquiera. Y fue para el Madrid de la forma menos pensada. Carvajal, el de 1,70 metros de altura, saltó más alto que todos después de en corner de Kroos y selló el 1 a 0. Golpe de K.O.
Todo cambió a partir del gol. Un verdadero punto de inflexión. Dortmund sintió el cimbronazo y no volvió a ser el mismo de los 74 minutos anteriores. Real Madrid se agigantó y llegó más veces al arco de Kobel que en todo el partido. La sensación de que ya había un campeón se materializó con el tanto de Vinicius a los 83 después de un grosero error de Maatsen en la salida. Ahora sí ya no cabían dudas. El Madrid era el nuevo campeón de Europa.