El fútbol está lleno de historias de superación personal, éxitos casi milagrosos y carreras que inspiraron generaciones. Pero también están las otras. Las de las frustraciones, las de los que lo dieron todo y aún así no pudieron llegar más lejos. Y la de Marc Cucalón es una de ellas.
Nacido en noviembre de 2004, el aragonés era considerado una de las grandes joyas de La Fábrica, la cantera del Real Madrid. Su futuro era prometedor. Comparado con Xabi Alonso por su estilo de juego, había llegado al conjunto blanco con solo 12 años procedente de Zaragoza y ascendido hasta el Juvenil A, donde el entrenador Álvaro Arbeloa le había confiado la capitanía en la temporada 2022/23. Aquel equipo acabaría consagrándose en un histórico triplete, pero Marc no estaría allí para ser parte.
El 6 de septiembre de 2022 el destino le jugó una mala pasada. En un encuentro por la Youth League ante Celtic, una dura entrada de un rival le provocó la rotura del ligamento cruzado de una de sus rodillas. Lo que debía ser una recuperación de entre seis y nueve meses se convirtió en un infierno para el juvenil debido a la aparición de una bacteria durante la cirugía. La infección afectó su articulación y pese a que lo intentó con todas sus fuerzas, 796 días después de aquel fatídico partido, Marc tomó la dura y triste decisión de decirle adiós al fútbol profesional.
La carta del anuncio
A través de un posteo en Instagram, Marc compartió las emociones que lo invaden en este momento y su enorme sentimiento de agradecimiento para los que lo acompañaron en su pelea.
«No sabía cómo empezar esta carta. Así que lo haré dando las GRACIAS a todos. De corazón. Por todo el apoyo que me habéis brindado durante todo este tiempo. Llegué a la cantera del Real Madrid en verano de 2016 siendo un niño con la mochila cargada de sueños y he sido, muy, muy feliz. Y la verdad que mi vida cambió por completo aquel 6 de septiembre de 2022, cuando me lesioné de gravedad en un partido de la UEFA Youth League.
Tras varias complicaciones, esa lesión me ha obligado a tomar la dura decisión de decir ADIÓS al fútbol, al menos de la manera en la que siempre lo había soñado. Durante estos dos últimos años he luchado física y mentalmente con todas mis fuerzas y he intentado todo lo que estaba en mis manos para volver a disfrutar de este deporte, pero no ha sido posible recuperarme. Aunque no me malinterpretéis: esto para nada es una despedida triste.
Después de todo, pienso que he sido un auténtico privilegiado por haber formado parte del mejor club del mundo y haber vivido un sueño. He aprendido y he madurado como persona y como jugador. Me llevo para el resto de mi vida los valores que me han inculcado y, por supuesto, el fútbol me ha enseñado en cada triunfo y en cada derrota: siempre hay que sobreponerse y seguir luchando para superar obstáculos. Esas lecciones van a formar parte de mi vida para siempre.
Es el momento de echar la vista atrás y ser agradecido con todas las personas que han estado a mi lado en este recorrido.
Gracias infinitas a mi familia. Gracias a mis padres, que siempre me han apoyado en cada decisión y en cada piedra en el camino. Es cierto que irme de casa para cumplir mi sueño fue difícil. Pero ver sus caras de felicidad cuando me veían disfrutar sobre el terreno de juego se convirtió en mi mayor orgullo. Gracias también a mis amigos, los incondicionales que nunca me han fallado.
Quiero dar las gracias a todos los compañeros con los que he compartido vestuario. Me llevo momentos deportivos y personales únicos. A todos los entrenadores y cuerpos técnicos que me han ayudado; siempre intenté mejorar en base a vuestros consejos. A todos los directores y responsables de cantera, desde el primer día hasta hoy, por el trato y la confianza depositada en mí. Al resto de personal y trabajadores de la Ciudad Real Madrid: delegadors, utileros, personal de la residencia de Valdebebas (mi segunda casa), tutores, profesores…Gracias por vuestro enorme trabajo.
Mención especial se merecen los médicos y el personal sanitario. Gracias por vuestra dedicación incondicional y el cariño con el que me habéis tratado. Gracias a todos los fisios, que lo habéis dado todo por mí. Gracias a todos vosotros por ayudarme en este largo y duro camino.
No quiero dejarme a nadie. Gracias a mis representantes por su ayuda y respeto. Gracias a mi patrocinador Adidas por su confianza y apoyo desde el primer día.
Y gracias a los aficionados al fútbol, de los que siempre he recibido su cariño y buenas palabras.
Es el momento también para recordar a los equipos en los que empecé a cumplir mi sueño de ser futbolista porque nunca voy a olvidarme de ellos: Santa Isabel, Amistad, Real Zaragoza y, sobre todo, donde empezó todo, a mi querido Alfajarín.
Ahora tengo por delante una nueva etapa, una nueva vida en la que estoy seguro que aplicaré todas las experiencias que me han marcado hasta hoy. Y lo hago con la misma ilusión y motivación con la que me he puesto la camiseta del Real Madrid todos estos años. Porque con este club quiero concluir este mensaje de agradecimiento: Gracias, Real Madrid, por no soltarme la mano nunca. Y gracias a todas las personas que me han apoyado desde el primer momento.
Eternamente agradecido. MARC CUCALÓN PINA.»
La reacción de Arbeloa
Álvaro Arbeloa, su entrenador en el Juvenil A, manifestó el enorme dolor que le provocó la noticia de su retiro.
«No sabes cuántas veces me viene a la cabeza aquel partido. Me cuesta no pensar en el enorme jugador que ibas (ya lo eras) a ser, pero hay que mirar siempre hacia adelanta. Lo sabes mejor que nadie. Te mereces lo mejor, Marc. Estaremos siempre aquí para lo que necesites».