La vida de los futbolistas de elite no es lo que uno quisiera creer. Tiene grandes privilegios, por supuesto, pero no todo es color de rosas. Cada jugador pelea sus propias batallas y Álvaro Morata ha tenido que dar una muy dura. En una entrevista con la cadena de Radio COPE, el capitán de la selección contó el calvario que atravesó y que puso en duda su participación en la última Euro: «Tres meses antes estaba pensando en saber si podía volver a jugar un partido».
La historia tuvo un final muy diferente al que él imaginaba: «Tres meses antes de ir a la Eurocopa, la cosa más remota que se me pasaba por la cabeza era ponerme la camiseta y ser capitán. Estaba pensando en saber si podía volver a jugar un partido. No sabía qué me pasaba, es muy delicado y complicado».
«Me daba vergüenza estar con mis hijos y salir a la calle«
Las críticas a su persona en el día a día lo afectaron de gran manera, a él y a su familia: «Es un momento en el que lo que más te gusta es lo que más odias. Me daba vergüenza estar con mis hijos y salir a la calle. Cada vez que salía con ellos siempre tenía algún episodio, a veces sin maldad, con la gente sobre algo que había pasado en partidos anteriores. Y, al final. ellos tampoco querían ir a la compra, cosas que hace un padre normal con sus hijos. Llegó un momento en el que me decían tantas cosas ante ellos que me daba vergüenza estar con ellos. Yo era una broma fácil, una broma para hacer reír al que tienes al lado».
Pedir ayuda para salir adelante
«Pedí ayuda en el momento en el que vi que se me iba de las manos. Iba de camino al entrenamiento sabiendo que estaba mal. En el vestuario me notaban que estaba mal. Cuando tenía que vestirme para saltar al campo, me tenía que ir a mi casa a encerrarme en la habitación y pelearme contra mi propia cabeza», aseguró.
«Es una enfermedad como cualquier otra. Igual que vamos al gimnasio, necesitamos también alguien que nos ayude. Creo que desde los colegios debería concienciarse de la importancia de los psicólogos y la salud mental», agregó en este sentido.
La Selección y el Atleti
Morata admitió que nadie en la selección estaba al tanto de su aflicción: «Nadie lo sabía en la selección. No quiero pensar qué hubiera pasado si la Eurocopa no saliera como ha salido. Los doctores me ayudaron mucho, el míster, la gente… El mejor tratamiento ha sido estar con mis compañeros, me hicieron feliz«.
«No quería leer nada. Llegaba a la habitación y me quedaba anestesiado, no tenía tiempo para pensar. Sufrí una cosa que se llama ‘sueños vividos’, que es que soñaba lograr cosas increíbles y me levantaba con ansiedad por ver que no eran realidad», reveló.
El Atlético de Madrid fue otro lugar de contención: «Lo pasé muy mal. Pensaba que no iba a poder volver a ponerme los botines y saltar a un campo. Pero bueno, gracias a muchas personas, desde Simeone, Koke, Miguel Ángel Gil el año pasado, mi psiquiatra, mi coach…Nosotros somos lo que se ve en la tele y en las redes pero muchas veces no es real. Tienes que dar una imagen porque es tu trabajo».
«Llegó un momento en el que no podía abrocharme los botines«
Y detalló lo que sentía en sus peores momentos: «Lo pasé muy mal, exploté y llegó un momento en el que no podía abrocharme los botines. Cuando lo hacía me iba corriendo para casa porque se me cerraba la garganta y empezaba a ver borroso».
La depresión llegó al punto que debió tomar medicamentos: «He estado medicado. He tenido que tomar de todo, por eso digo que no es un problema. No puedes parar el mundo para siempre por una situación así. Para todas las personas que me puedan ver, yo tenía todo y acabé así. Son cosas que no dependen de lo que esté viviendo cada uno».
Su salida al Milan y la espina que se sacó con la Euro
El madrileño contó que la decisión de regresar a Italia tuvo que ver con el trato recibido en su país: «Al principio pensaba que me iba a quedar, porque tenía ganas de quedarme. Di una entrevista en la que hablé sobre que no sabía si seguiría en la selección y alguna noticia que en mi opinión fue desmedida me hizo darme cuenta de que eso en Italia no me pasaba. La gente me tiene respeto, te pueden decir que son de otro equipo, pero es diferente. Cuando coges una etiqueta es muy difícil quitársela».
«Cuando tú tienes momentos duros de verdad, depresión, ataques de pánico, eso da igual el trabajo que tú hagas, la situación que tengas en la vida que tienes otra persona dentro que tienes que luchar contra ella todos los días y todas las noches. Para mí era lo mejor irme de España, no lo podía soportar».
«La Eurocopa me ha cambiado la vida«
Para Álvaro, el haber ganador la Eurocopa fue clave para cambiar su relación con la gente: «Muchas veces he cruzado la línea. Cuando me insultaban he hecho pasar vergüenza a las personas que me intentaban hacer sentir mal. La Eurocopa me ha cambiado la vida, porque me respetan más. Es una espada que tenía clavada. Podré acabar con más o menos goles mi carrera, pero la foto de campeones siempre estará ahí».