Con un once inicial plagado de jóvenes jugadores, Barcelona cayó por primera vez en lo que va de la Liga. Su verdugo fue el Osasuna, el mismo que en 2013 acabó con la racha de 8 triunfos del equipo del Tata Martino, aunque aquella vez con un empate sin goles. Este sábado en El Sadar, recinto donde marcha invicto en esta temporada, el conjunto dirigido por Vicente Moreno Peris goleó al de Hans Flick por 4 a 2 con dos tantos de Budimir, uno de Zaragoza y otro de Bretones. Pau Víctor y Lamine Yamal descontaron para el Barça.
No hubo atenuantes para el líder del torneo, superado de principio a fin por el dueño de casa. Osasuna se sintió cómodo desde el inicio, imponiendo un juego intenso de y sacando máximo provecho a los espacios que cedía la defensa culé. Al Barcelona le faltó todo lo que tuvo en las primeras siete fechas: desequilibrio en las bandas, juego asociado y solidez defensiva.
La victoria del local se comenzó a construir desde temprano. El primer aviso lo dio Arezo a los 15′ con un fuerte remate cruzado apenas desviado. Y tres minutos más tarde, un preciso centro de Bryan Zaragoza ante un Koundé algo pasivo encontró el anticipo de cabeza de Budimir y el 1 a 0 para los rojillos. Antes de la media hora, Pablo Ibañez dejó solo a Zaragoza con un pase exquisito y este, ante la salida de Peña, le hizo un homenaje en vida a Francesco Totti. Con una pisada que dejó fuera de combate al portero y con el arco a su merced selló el segundo. Golazo. Todo Barça pidió una falta sobre Pau Víctor en el inicio de esa jugada, un pisotón que existió pero que ni el árbitro ni el VAR parecieron ver.
Tan pobre fue lo del Barça en aquella primera parte que no contó con remates al arco, apenas una aproximación de Koundé que fácilmente controló Herrera.
Sergio Herrera le da vida al Barça, Budimir se la quita
Si el Barça en algún momento se ilusionó con volver al partido fue pura y exclusivamente gracias a Sergio Herrera. Un doble grosero error del portero del Osasuna, primero con un pase largo para su lateral y luego metiéndose un balón más que sencillo en su valla tras un débil remate de Pau Victor, le permitió a la visita soñar envalentonarse. Fue un espejismo. Barcelona continuó otorgando libertades en defensa y a excepción de una jugada que Ferrán se fabricó, no lastimaba en ataque.
La remontada se hacía muy lejana y quedó totalmente descartada cuando Sergi Domínguez bajó dentro del área a Budimir y el croata se encargó de cambiar el penal por gol. Minutos después, Iñaki Peña le sacó el cuarto a un muy buen disparo de Ruben García, pero nada pudo hacer con el remate de Bretones tras una inexplicable pérdida de balón de Lamine en la puerta del área. Era el 4 a 1 para un Osasuna, que no cedía en su intensidad.
En el final hubo tiempo para un nuevo golazo de Lamine, un decorativo para un resultado que pudo ser incluso más abultado. Barcelona se marchó de Pamplona sin invicto y habiendo dado un paso hacia atrás en el juego. El próximo martes, por Champions y ante Young Boys, tendrá la oportunidad de dar vuelta la página.