Era el estreno de Suiza y Hungría en la Eurocopa y a la vez una verdadera final. Con Alemania en el grupo, ambos equipos se jugaban un partido importantísimo pensando en la clasificación a los octavos de final y fueron los dirigidos por Murat Yakin los que dieron un verdadero paso hacia adelante en ese sentido.
Ya desde el inicio del partido en Colonia los helvéticos plasmaron su superioridad. Un juego compacto, con una prolija salida desde el fondo en los pies de sus defensores y arquero que se oponía a la falta de ideas de parte de su rival para llegar con peligro al arco de Sommer. Si bien Suiza era más, le faltaba profundidad y el gol solo llegó en una jugada aislada en la que Duah recibió de Aebischer para definir ante Gulacsi. El árbitro anuló el tanto en primera instancia, pero el VAR corrigió y Suiza se puso adelante.
El gol no despertó una reacción en Hungría, que seguía siendo dominada. Un débil cabezazo de Orban fue todo lo que ofreció el equipo de Marco Rossi en ataque antes de que Aebischer volviera a golpear para Suiza justo antes del fin de la primera mitad. 2-0 y la sensación de partido sentenciado.
En el complemento Hungría adelantó líneas y tras una gran jugada colectiva que comenzó y finalizó en Varga, llegó inesperadamente al descuento. El conjunto magiar fue en busca del empate, pero poco a poco se fue quedando sin fuerzas y el ingresado Embolo liquidó sus aspiraciones en tiempo de descuento. 3 a 1 para Suiza, que ahora lidera el grupo junto a Alemania y que el próximo miércoles se medirá con Escocia en otro partido decisivo. A Hungría le espera el local con la ilusión de conseguir un buen resultado que le de vida hasta el último encuentro.