Imagen: elfos traviesos
Cada diciembre, millones de personas, especialmente niños, esperan con ansias la llegada de la Navidad. En los últimos años, se ha sumado un nuevo personaje a las tradiciones navideñas que ha capturado la atención tanto de los más pequeños como de los adultos: el elfo travieso. Este pequeño muñeco, que comenzó como una figura en los hogares estadounidenses, se ha convertido en un fenómeno global, especialmente en las redes sociales, donde los padres compiten por compartir las travesuras más originales del elfo.
El origen del fenómeno: elfo en la estantería
La historia del elfo travieso comenzó en 2005, cuando Carol Aebersold y su hija Chanda Bell publicaron el libro The Elf on the Shelf: A Christmas Tradition. Acompañado de un muñeco, el relato narraba cómo Papá Noel envía a sus elfos exploradores a las casas para vigilar el comportamiento de los niños. Cada noche, los elfos regresan al Polo Norte para informar, y al día siguiente, el elfo aparece en un lugar diferente, protagonizando situaciones divertidas que fomentan la imaginación.
El concepto de esconder al elfo en diferentes escenarios ha desencadenado una explosión de creatividad entre los padres, quienes se esfuerzan por crear escenas ingeniosas con objetos cotidianos. Sin embargo, con el tiempo, lo que comenzó como una tradición juguetona se ha transformado en una competencia en plataformas como TikTok e Instagram, donde los padres se exhiben bajo hashtags como #ElfOnTheShelf o #ElfoTravieso.
Una expansión global
Aunque el fenómeno comenzó en Estados Unidos, se ha extendido rápidamente por todo el mundo. Roberto Barbeito, sociólogo y profesor en la Universidad Rey Juan Carlos, explica que el auge de las tradiciones extranjeras ha sido impulsado por la globalización mediática.
Un negocio millonario
El éxito del elfo travieso no se limita al ámbito social, sino que ha dado lugar a una industria millonaria. Según datos de Bloomberg, la empresa The Lumistella Company, que comercializa el juguete, está valorada en más de 100 millones de dólares. Desde kits con accesorios hasta productos personalizados, la demanda ha disparado las ventas, con más de 28 millones de elfos y sus mascotas vendidas en todo el mundo. En España, el precio de estos juguetes varía entre 10 y 70 euros dependiendo del modelo y los accesorios, aunque las versiones especiales pueden ser aún más caras.