Al menos ocho civiles palestinos, incluido un niño, han perdido la vida en un ataque aéreo llevado a cabo por las Fuerzas de Defensa de Israel . La agresión, ocurrida en la madrugada de este domingo, tuvo como objetivo el campo de refugiados de Bureij, ubicado en el centro del enclave palestino.
De acuerdo con la Media Luna Roja Palestina y la agencia estatal Wafa, el primer bombardeo se dirigió contra la residencia de la familia Aqal, donde siete adultos y un niño fallecieron. Este ataque también dejó un número indeterminado de heridos, muchos de los cuales fueron trasladados al Hospital Al Awda, en el campo de Nuseirat, y al Hospital de los Mártires de Al Aqsa, en la ciudad de Deir al Balah. Pocas horas después, un segundo bombardeo alcanzó la vivienda de la familia Al Maqadma, también en Bureij. En este ataque murió una mujer y nueve personas resultaron heridas, quienes también recibieron atención médica en el Hospital Al Awda.
Cifras alarmantes en Gaza
Según el último balance oficial proporcionado por las autoridades gazatíes este sábado, los bombardeos israelíes en la Franja de Gaza han dejado un total de 43.799 muertos y 103.601 heridos desde el inicio de la ofensiva. Solo en las últimas 24 horas, se han reportado 35 fallecidos y 111 heridos. Estas cifras, no obstante, podrían ser aún más altas debido a la cantidad de víctimas que permanecen sepultadas bajo los escombros.
El Ministerio de Salud palestino advierte que al menos 10.000 personas están desaparecidas en el enclave, donde los continuos bombardeos han dejado una devastación sin precedentes. Los hospitales, que enfrentan una crisis humanitaria extrema, operan al límite de su capacidad para atender la emergencia.
La ofensiva israelí, lanzada tras los ataques del 7 de octubre de 2023 por parte del movimiento islamista Hamás, ha intensificado el sufrimiento de la población palestina. Los ataques iniciales de Hamás dejaron 1.200 muertos y unos 250 secuestrados en Israel, desencadenando una respuesta militar masiva. En paralelo, Cisjordania y Jerusalén han sido escenarios de violencia constante, donde más de 750 palestinos han muerto en operativos de las fuerzas israelíes y ataques de colonos. La situación, que ya era crítica, ha escalado hasta convertirse en una de las peores crisis humanitarias y de derechos humanos de los últimos tiempos en la región.