Imagen: Gisèle Pélicot-AFP
Dominique Pelicot, condenado a veinte años de cárcel por haber violado durante más de diez años a la que era su mujer bajo los efectos de somníferos y de haberla ofrecido a decenas de hombres para que abusaran de ella, no recurrirá su sentencia, aunque haya un nuevo juicio porque otros condenados sí han apelado.
Así lo ha comunicado la abogada del principal acusado, Béatrice Zavarro, que anunció que su cliente renunciaba a presentar un recurso contra su condena, en declaraciones a la emisora France Info. «Hay que pasar página y considerar este capítulo cerrado«, señaló Zavarro, que lo justificó señalando que el recurso supondría «nuevos enfrentamientos con su esposa», Gisèle Pelicot.
La abogada insistió en que, para su cliente, Gisèle Pelicot «no es una adversaria, nunca ha sido una adversaria», y avanzó que ahora sus esfuerzos se van a concentrar en intentar acondicionar la ejecución de la pena, a que se tenga en cuenta la edad del acusado y su estado de salud. Los jueces condenaron a Dominique Pélicot a 20 años de cárcel y a que al menos dos tercios de esa condena los pase en prisión antes de poder solicitar beneficios penitenciarios, como una liberación condicional.
Pélicot podrá volver a sentarse en el banquillo
Sin embargo, que Dominique Pélicot no recurra la sentencia no significa que no tenga que volver a sentarse en el banquillo, pues la Fiscalía podría plantear un recurso general por el que se vería afectado. Lo que sí es seguro es que habrá un nuevo juicio, ya que al menos 17 de los otros 50 acusados han anunciado que tienen intención de recurrir sus sentencias y hay tiempo para que otros se sumen.
Por lo que respecta a la víctima, Gisèle Pelicot, decidió que todas las vistas fueran públicas y sus abogados ya anunciaron tras la sentencia que Gisèle “no tiene miedo” a que haya un segundo juicio. Después de la lectura de la sentencia, la mujer declaró que no se arrepentía de haber dado la cara durante meses, confiada en que su caso pudiera ayudar a otras víctimas y a cambiar la percepción social de estos abusos. Así, afrontaría ese segundo juicio con la misma entereza y valentía con que ha enfrentado el primero.