El ex presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, fue alcanzado por una bala o fragmento de una durante un intento de magnicidio en un mitin en Pensilvania a principios de este mes, según confirmó el FBI este viernes. La agencia informó que el proyectil que impactó a Trump en la oreja fue disparado por el presunto atacante, quien posteriormente fue abatido por el Servicio Secreto.
“Lo que impactó al expresidente Trump en la oreja fue una bala, entera o fragmentada en pedazos más pequeños, disparada desde el rifle del sujeto fallecido”, dijo la oficina en un comunicado. Esta confirmación intenta calmar la creciente controversia política y es la declaración más directa de las autoridades federales sobre la naturaleza de la herida de Trump.
El incidente ocurrió durante un mitin en Pensilvania, donde Trump se encontraba dirigiendo un discurso ante una multitud de simpatizantes. En medio del evento, se escucharon disparos, y Trump fue impactado en la oreja. Inicialmente, hubo confusión sobre la naturaleza de la herida. Algunos funcionarios de las fuerzas del orden, incluido el director del FBI, Christopher Wray, indicaron que no estaba claro si Trump fue alcanzado por una bala o por metralla, una pieza fragmentada de munición.
Las preguntas sobre la herida de Trump avivaron la reacción política. El expresidente declaró que “recibió una bala por la democracia” y criticó a Wray en su plataforma de redes sociales por su testimonio. Trump ha afirmado repetidamente que fue alcanzado por una bala intacta, escribiendo en su plataforma Truth Social que “fue, desafortunadamente, una bala que me impactó en la oreja y me impactó con fuerza”. Su campaña también ha rechazado cualquier insinuación en sentido contrario, con el asesor Steven Cheung diciendo a CNN que “cualquiera que crea en esta tontería de la conspiración es un deficiente mental o está difundiendo falsedades deliberadamente por razones políticas”.
Investigación en Curso
El FBI está tratando de entrevistar a Trump como parte de su investigación del intento de magnicidio. La agencia continúa examinando fragmentos de bala y otras pruebas del ataque. Desde el día del ataque, el FBI ha sido consistente en que el tiroteo fue un intento de magnicidio contra el expresidente, resultando en su herida, así como en la muerte de un “padre heroico” y las lesiones de varias otras víctimas.
Durante la amplia audiencia del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, Wray compartió nuevos detalles con los legisladores sobre el presunto atacante, incluyendo que buscó información sobre el asesinato de John F. Kennedy desde su computadora y voló un dron en el área cercana al mitin solo dos horas antes de que Trump subiera al escenario. El joven de 20 años murió por disparos de los agentes del Servicio Secreto en el lugar después del tiroteo.
A pesar de las críticas de los republicanos sobre las conclusiones pendientes del FBI sobre la naturaleza del proyectil, Wray fue elogiado por representantes de ambos partidos por ofrecer una nueva perspectiva sobre los detalles de la investigación. Estas expresiones bipartidistas de agradecimiento contrastaron marcadamente con el testimonio anterior de la entonces directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle, quien renunció el martes después de que demócratas y republicanos la acusaran de obstrucción y exigieran su destitución.
El incidente ha suscitado preocupaciones sobre la seguridad de las figuras públicas en eventos masivos. La tentativa de asesinato de Trump pone en relieve los riesgos a los que están expuestos los líderes políticos y subraya la importancia de las medidas de seguridad. La investigación en curso del FBI está dedicando enormes recursos para esclarecer todos los detalles del ataque y garantizar que se tomen las medidas adecuadas para prevenir futuros incidentes.
