Después del ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023, Israel respondió de una manera que muchos han considerado desproporcionada. En Turquía, diversos grupos islamistas convocaron a un boicot contra productos israelíes, mencionando las muertes de miles de civiles en Gaza. Sin embargo, este boicot no cuenta con una lista oficial respaldada por el gobierno y, en su lugar, ha sido impulsado principalmente por las campañas en redes sociales.
Mayor poder del los imanes en el gobierno turco
El 16 de noviembre de 2023, en una reunión de alto nivel, el imán principal del gobierno turco anunció que la Diyanet respaldaba el boicot a empresas que apoyaran a Israel y pidió a los ciudadanos que se unieran. No obstante, no se proporcionaron detalles sobre los productos específicos a boicotear. Tras las protestas públicas contra Israel, el gobierno de Erdogan adoptó una postura más firme, anunciando el 9 de abril de 2024 que impondría restricciones comerciales a Israel en respuesta al conflicto en Gaza. A pesar de esto, las estadísticas oficiales muestran que el comercio con Israel sigue realizándose a través de intermediarios, incluyendo Palestina, y los medios informan que algunos empresarios cercanos al gobierno continúan haciendo negocios con Israel.
Erbaş, líder religioso turco, había comparado previamente a los judíos actuales con sus antepasados, sugiriendo que ambos estaban involucrados en conspiraciones destructivas. Afirmó que el conflicto en Gaza revelaba la verdadera naturaleza de aquellos que intentan presentarse como líderes del mundo, exponiendo su corrupción y sus intereses ocultos. Según Erbaş, las protestas por la humanidad y la moralidad no tenían sentido para estos individuos corruptos y sus seguidores.
Problemas durante en el ramadán
Además, destacó los pasajes coránicos que mencionan a los antepasados de Israel, sugiriendo que los descendientes de esos alborotadores actuales seguían el mismo camino. También condenó las atrocidades en Palestina, acusando a los “sionistas” de justificar masacres y crímenes bajo la creencia de que tienen una promesa divina sobre los territorios que ocupan, lo que justificaba su violencia.
Por otro lado, la Diyanet, que inicialmente fue creada por el Estado turco para contrarrestar el radicalismo, ha cambiado significativamente bajo el gobierno de Erdogan. En los 22 años de su mandato, la Diyanet ha sido transformada en una herramienta clave para la propagación del Islam político, alineada con la ideología de los Hermanos Musulmanes, tanto dentro de Turquía como a nivel internacional.
Desde 2016, Erdogan ha purgado a alrededor de 3.000 miembros de la Diyanet, reemplazándolos por personas cercanas a su visión islamista. Además, los imanes turcos enviados al extranjero para servir en las mezquitas de la Diyanet han recibido instrucciones de vigilar a los críticos del gobierno y colaborar con la inteligencia turca, MİT.
Esto ha convertido a la Diyanet en un brazo represivo del régimen autoritario de Erdogan, sirviendo como justificación religiosa para las políticas del gobierno y sus violaciones de derechos humanos. Recientemente, se conoció que la Diyanet tiene planes de expansión internacional para 2025, con el objetivo de llegar a 2,1 millones de personas en el extranjero a través de servicios religiosos, programas educativos y actividades culturales, especialmente en Europa, Asia Central y África.