Los Veintisiete han ratificado este jueves a Ursula von der Leyen como presidenta de la Comisión Europea, António Costa como presidente del Consejo Europeo y Kaja Kallas como nueva jefa de la diplomacia europea. Giorgia Meloni, la primera ministra italiana, ha mostrado su descontento absteniéndose en la votación de Von der Leyen y votando en contra de Costa y Kallas.
Intentos de seducción fallidos por parte de los líderes
Aunque Von der Leyen y otros líderes de la UE intentaron atraer a Meloni, solo lograron un éxito parcial con la conservadora alemana. La abstención de la italiana en la votación de sugiere que quiere mantener una relación de trabajo con Bruselas, sin alinearse completamente con el establishment de la UE, al que critica como un «monstruo burocrático».
Desafíos pendientes para la presidenta de la Comisión
Von der Leyen aún debe ser ratificada por el Parlamento Europeo. A pesar de la aparente mayoría de la coalición entre conservadores, socialdemócratas y liberales, algunos eurodiputados de estos grupos han anunciado que no la apoyarán. Por ello, los votos de Hermanos de Italia podrían ser decisivos. La alemana ha mostrado disposición a colaborar con la derecha conservadora por primera vez, buscando su apoyo.
Estrategias antiinmigración para ganar apoyo
Para atraer a la italiana y otros líderes de la UE han intensificado su retórica antiinmigración. Recientemente, la presidenta envió una carta a los líderes de la UE sugiriendo «modos innovadores» de gestionar la inmigración legal, poniendo como ejemplo el acuerdo entre Italia y Albania. Sin embargo, Meloni ha pedido más concesiones a cambio de su apoyo.
Negociaciones sobre altos cargos
Antes de la cumbre, algunos de los negociadores ya estaban dispuestos a incluir a la primera ministra de Italia en las decisiones. El primer ministro polaco, Donald Tusk, y el canciller alemán, Olaf Scholz, mostraron un tono conciliador, destacando la importancia de Italia en la UE.
Sin embargo, los altos cargos de la UE no requerían unanimidad para su ratificación, sino una mayoría reforzada de al menos veinte estados miembros representando al 65% de la población. A pesar de las tensiones, la UE prefiere mantener a Meloni dentro de su círculo, aunque implique adoptar parte de su discurso antiinmigración.