Imagen obtenida de: The New Statesman (Marcus Yam/LA TImes)
En el segundo año de conflicto los participantes, tanto Rusia como Ucrania, tienen mucho que demostrar. Aún no será el año de finalización del conflicto, pero ambos Estados se verán rodeados de circunstancias excepcionales de gran relevancia. Las esperanzas de la contraofensiva ucraniana de este año estaban sobre la mesa, sin embargo, los planes de Zelenski no consiguieron cuajar, prolongando el conflicto de forma indefinida.
Febrero: un aniversario macabro
En el inicio del segundo año del conflicto, la comunidad ya se encuentra profundamente hastiada de mandar apoyo a Ucrania, pero el peso de las consecuencias de esta guerra les obliga a contribuir. Estados Unidos aprueba un presupuesto de 2.000 millones de dólares de ayuda a Ucrania y los tanques europeos terminan por llegar a territorio ucraniano.
En este momento, China mete tímidamente un pie en el conflicto proponiendo un cese de las hostilidades y un acuerdo de paz, que, aunque agradecido por Zelenski, se prefiere no tomar en serio por la pugna de China con los aliados occidentales de Ucrania.
Marzo-Abril: Cruces de misiles y miles de millones en ayudas
Los misiles continúan sobrevolando el territorio ucraniano, pero los dirigentes de ambos países ponen el foco en sus apariciones públicas para ganarse el favor de la comunidad internacional y de los habitantes de sus Estados. Putin recorre los enclaves más importantes del territorio ucraniano controlado por Rusia, mientras Zelenski se reúne con sus aliados tanto en Kiev como fuera para reivindicar sus peticiones de ayuda.
Los ataques con enjambres de drones se convierten en la forma habitual de ofensiva entre ambas potencias.
65.000 millones de la OTAN han sido enviados en total a Ucrania para financiar la guerra, sumado a los numerosos tanques, drones y armas en general.
Mayo: Ucrania contraataca sin frutos
El 7 de mayo Zelenski proclama el inicio de la respuesta armada ucraniana a los avances rusos. Las fuerzas militares ucranianas recuperan territorio en Bajamut, que en ese momento ya se encontraba controlado por Rusia al 90%, sin embargo acaban siendo derrotados definitivamente el día 21 de mayo, en el cuál Putin celebra la toma de Bajamut por parte del grupo Wagner.
La provincia rusa de Bélgorod es invadida por una milicia de disidentes rusos extremistas autodenominados patriotas que son liquidados al día siguiente por el ejército ruso. Ucrania niega su participación en el golpe.
Junio: la traición de Wagner
Bélgorod vuelve a sufrir una invasión por parte de patriotas extremistas rusos, pero vuelven a ser derrotados por el ejército ruso.
Los avances ucranianos en Bajmut, Avdiívka, Velyka-Novosilka y Orihiv son mínimos y las pérdidas significativas.
A mediados de mes el líder del grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, se enfrenta al Ministerio de Defensa ruso por intentar poner bajo su control a los mercenarios. A partir de ahí la relación entre la organización paramilitar y el gobierno se vuelve tensa y hostil. Wagner, por su parte, criticó abiertamente las carencias de suministros y la falta de organización del ejército ruso.
Según informaciones de la prensa, espías estadounidenses habrían captado información de que Prigozhin planeaba una rebelión contra Rusia. Fuese cierto o no, la rebelión del grupo Wagner terminó por producirse el 24 de junio, momento en el que la empresa militar toma el control de la ciudad de Rostov y marcha sobre Vorónezh y después hacia Moscú. Tras negociaciones con el gobierno, Prigozhin detiene la marcha y abandona Rostov.
Julio-agosto: Bloqueo en el frente
Durante estos meses el conflicto pasa a un segundo plano, continúan los bo,bardeos y enfrentamientos, pero las significativas pérdidas de ambos participantes les invitan a frenar las ofensivas.
Prigozhin, líder del grupo Wagner, muere junto con varios altos cargos de la empresa cuando su avión se estrella en la región rusa de Tver.
Septiembre-diciembre: problemas en el gobierno Zelenski
A finales de septiembre Ucrania cesa por completo los asaltos con infantería y tanques, debido a las numerosas pérdidas que producen.
Durante estos meses el hastío bélico golpea Ucrania, tanto la población como los altos mandos están cansados de la guerra, extendiendo las dudas y la corrupción entre los cargos del gobierno de Zelenski.
Valerii Zaluzhnyi, jefe de las fuerzas armadas de Ucrania, concede una entrevista a The Economist en la que critica el gobierno de Zelenski y sus decisiones en el plano militar. Esto provoca un profundo conflicto entre el presidente y el alto mando militar, que se va desarrollando con la progresiva destitución de cargos afines al general Zaluzhnyi.
En este contexto, Zelenski desestima la posibilidad de celebrar elecciones en 2024, con lo que se mantendrá en el poder por lo menos otro año más.
Enero-febrero 2024: un conflicto ralentizado, pero sin señales de detenerse
Los envíos de armas y fondos por parte de la UE y EEUU se frenan. El Ministerio de Defensa estadounidense declara que no pueden seguir enviando dinero, tras haber contribuido al bando ucraniano con 135.000 millones desde el inicio de la guerra, y desde Europa se concede un préstamo de 50.000 millones a lo largo de los próximos cuatro años siempre que Ucrania mantenga los estándares de democracia y libertad defendidos por la Unión.
La última noticia del frente es la retirada de los soldados ucranianos de la ciudad de Andriivka y la consiguiente toma del enclave por parte de Rusia. Como puede observarse la invasión de Ucrania sigue lejos de completarse y aún se requerirá mucho más tiempo para que eso pase. Tras dos años, Ucrania resiste.
