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El país más pobre de América está sufriendo una serie de oleadas de criminalidad y violencia sin precedentes. Las bandas criminales controlan la capital y pone al Gobierno contra las cuerdas, el cual ha decretado un estado de emergencia. El principal líder de estas bandas, el expolicía Jimmy Chérizier, pretende que el presidente Henry dimita, pues de lo contrario ha asegurado que sucederá un genocidio: “Si Ariel Henry no dimite, el país se encamina directamente hacia el genocidio. Si la comunidad internacional sigue apoyando a Ariel Henry, nos dirigimos directamente a una guerra civil que acabará en genocidio”
Un país sumido en el caos
Debido a la delincuencia que se sufre en las calles y al temor por las bandas, el primer ministro de Haití se encuentra en Puerto Rico, aunque las pandillas no han conseguido hacerse con el poder del aeropuerto de Puerto Príncipe. Según ha informado la CNN, no solo han tomado las calles, sino también las comisarías de policía y los hospitales.
La Unión Europa abandona Haití
La UE ha decidido cerrar de manera temporal todas sus oficinas en el país. Sin embargo, han asegurado que la delegación continuará su trabajo en la distancia y regresarán “tan pronto como las condiciones de seguridad lo permitan”, según el embajador de la UE en Haití, Stefano Gatto.
Parte de la diplomacia alemana también ha abandonado sus instalaciones. Para ello, según la CNN, se ha llevado a cabo un plan de coordinación con República Dominicana, con la finalidad de salvaguardar la seguridad de los mandatarios. Además, también han sido cientos de ciudadanos estadounidenses, canadienses y franceses los que han decidido huir del conflicto.
Estados Unidos evacua a su personal
La primera potencia mundial se sumó a esta fuga. El pasado domingo decidió evacuar a su embajada de Puerto Príncipe, por petición del Departamento de Estado, según se explica en un comunicado del Mando Sur: “a petición del Departamento de Estado, las Fuerzas Armadas de EE.UU. llevaron a cabo una operación para aumentar la seguridad de la Embajada de EE.UU. en Puerto Príncipe, permitir que las operaciones de nuestra misión de la Embajada continúen, y permitir la salida del personal no esencial«.
La embajada también ha manifestado su preocupación y ha colaborado en la evacuación de ciudadanos estadounidenses: “el aumento de la violencia de las pandillas en el barrio cercano a los complejos de la embajada de EE.UU. y cerca del aeropuerto llevó al Departamento de Estado a tomar la decisión de disponer la salida de personal adicional de la embajada«.