Imagen: AFP
En un continuo y feroz contraataque, Hizbulá lanzó misiles y drones a lo largo del jueves en represalia por la muerte de un alto comandante en un ataque con dron militar israelí en Tiro, Líbano. El comandante, Muhamad Neamah Naser, lideraba la Unidad Aziz conocida por sus operaciones en el suroeste del Líbano, específicamente dirigidas contra territorio israelí, según han informado desde un comunicado militar israelí.
Despliegue agresivo como respuesta
Aziz, una de las tres divisiones regionales de Hizbulá en el Líbano, ha intensificado sus operaciones desde el 8 de octubre, llevando a cabo cientos de ataques en la alta Galilea. La escalada se desencadenó tras la muerte de Taleb Sami Abdala, su contraparte israelí en la misma frontera sureste el mes pasado, lo que ha elevado las tensiones entre el grupo terrorista y el ejército de Israel.
Impactos y repercusiones en la zona fronteriza
Durante los ataques del jueves, un reservista del Ejército israelí perdió la vida, varios incendios se declararon y hubo impactos directos en casas desalojadas, aunque sin causar más víctimas.
Especulaciones sobre la respuesta israelí
Internamente, surgen voces a favor de una respuesta más contundente, especialmente de algunos miembros de la coalición de gobierno como Itamar Ben Gvir y Betsalel Smotrich. La urgencia se refuerza con declaraciones de figuras políticas que insisten en que, sin abordar el programa nuclear iraní, no se podrá derrotar ni a Hizbulá ni a Hamás.
Negociaciones estancadas con Hamás y críticas a Netanyahu
Paralelamente, se reanudan las negociaciones con Hamás en un intento por alcanzar un acuerdo de alto el fuego y la liberación de rehenes, pero persisten las críticas hacia el primer ministro Benjamin Netanyahu. La cautela reina entre las partes, con Hamás mostrando flexibilidad superficial en las negociaciones mediadas por Estados Unidos, Qatar y Egipto.
Desafíos políticos y diplomáticos
Netanyahu, bajo presión tanto interna como externa, ha aprobado el envío de una delegación a Doha para discutir los términos del acuerdo, aunque persisten las dudas sobre su compromiso real con la paz en Gaza. Este último desarrollo subraya las complejidades y tensiones que rodean el conflicto en la región, mientras Israel y sus adversarios buscan manejar y negociar en medio de las hostilidades y las posibilidades de una escalada mayor.