Protestas alauitas en Damasco/AP Photo/Omar Sanadiki
Un cordón de seguridad ha rodeado el barrio de mayoría alauí de Damasco, mientras las nuevas autoridades sirias intentan poner fin a un repentino brote de disturbios. El miércoles por la noche, decenas de jóvenes, algunos armados, se reunieron en las calles de Mezzeh 86, golpeando las persianas de las tiendas y exigiendo derechos para la comunidad alauita.
En respuesta, Hay’at Tahrir al-Sham (HTS), el principal grupo rebelde que derrocó al gobierno de Bashar al-Assad, desplegó combatientes en la zona, disparando sus armas al aire para dispersar a la multitud. Las conversaciones con los ancianos alauitas ayudaron a calmar la situación y, finalmente, todos regresaron a sus hogares.
Los combatientes de HTS dijeron al medio Middle East Eye que no han entrado en el barrio desde entonces, pero exigieron a la gente que entregara sus armas. Hasta ahora, nadie lo ha hecho. La manifestación en Mezzeh 86 fue una de varias en áreas alauitas el miércoles, incluidas Latakia, Tartus y Homs.
Los alauitas dijeron a MEE que las protestas fueron provocadas por un video que parece mostrar un ataque a un importante santuario alauita en Alepo. En las imágenes se ve a hombres armados entrando en el santuario, matando a cinco personas en su interior, destrozando el lugar y prendiéndole fuego.
Aunque el video circuló supuestamente siendo reciente, el jeque Ammar Mohammed y el jeque Ahmed Bilal, los custodios del santuario, emitieron un comunicado diciendo que el incidente ocurrió hace semanas cuando los rebeldes liderados por HTS se estaban apoderando de Alepo.
Los jeques advirtieron que el video estaba siendo utilizado para «incitar a la discordia y socavar la paz civil» e instaron a los perpetradores a rendir cuentas.
Campaña coordinada de desinformación
Assad, su familia y muchos miembros de alto rango de su gobierno y fuerzas de seguridad son alauitas, una comunidad que representa alrededor del 10 por ciento de la población de Siria. Esa asociación ha provocado temores en la comunidad de que serán atacados por las nuevas autoridades de Siria, aunque HTS ha insistido en que todas las minorías deben ser respetadas y protegidas.
Verify Syria, una organización de verificación de hechos, dijo que el video del santuario había sido fuertemente promocionado por cuentas vinculadas al gobierno de Assad y sus aliados, que buscaban sembrar la discordia. «Hay una conexión entre las cuentas vinculadas a Rusia, Irán, las personas que están a favor de Hezbolá y el ejército electrónico del régimen, que tuitean todos juntos, que amplifican las narrativas de los demás», dijo Nora al-Jezawi de Verify Syria a MEE.
Jezawi señala que esta ha sido una táctica común desde que comenzó la revolución en 2011, pero la desinformación sobre el santuario también ha sido impulsada por cuentas vinculadas a Egipto y estados del Golfo como los Emiratos Árabes Unidos. Desde que Assad huyó de Damasco el 8 de diciembre, varias cuentas de redes sociales que simpatizan con el presidente derrocado han cambiado sus nombres, pero siguen difundiendo desinformación destinada a avivar levantamientos.
Esta reciente tendencia dirigida a los alauitas se produce en un momento en que HTS está persiguiendo a ex funcionarios y soldados en el corazón costero alauita de Latakia y Tartus.
La comunidad alauita en el punto de mira por su apoyo a Assad
Los enfrentamientos entre HTS y los partidarios de Assad en Tartus han dejado varios muertos en ambos bandos y han resultado en la captura de Mohammed Kanjo Hasan, un general presuntamente responsable de atrocidades en la prisión de Sednaya. Según Jezawi, en las últimas semanas ha habido intentos de avivar los disturbios alauitas para proporcionar cobertura a los ex funcionarios que huyen del país.
Mientras tanto, un discurso pronunciado el domingo por el líder supremo iraní, Ali Jamenei, ha indignado a las nuevas autoridades sirias. Pidió a los jóvenes sirios que «se mantengan firmes» contra las personas que crean «inseguridad» en su país. El nuevo ministro de Relaciones Exteriores de Siria respondió advirtiendo a Teherán contra la «propagación del caos».
El Ministerio del Interior también ha dicho que está prohibido publicar noticias o contenidos «de naturaleza sectaria». Contribuyendo a estos temores está el asesinato inexplicable de tres jueces alauitas en la zona rural de Hama el martes, que el gobierno ha condenado y ha dicho que está investigando.
Los alauitas han derramado mucha sangre por Assad. Han dominado las fuerzas de seguridad desde que Siria era gobernada por Francia. Pero los alauitas también se unieron al ejército en gran número porque eran pobres. Mezzeh 86 es un barrio empobrecido de clase trabajadora con fama de derrumbarse edificios.
Cualquier beneficio del poder de Assad solo lo sintieron sus familiares y aliados cercanos, dijeron los residentes con pesar. Mientras tanto, casi ninguna familia no ha perdido a alguien en las batallas de Assad contra los rebeldes o el Estado Islámico.
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