Irán ha lanzado una clara advertencia a los países occidentales y a los aliados regionales del Israel sobre su posible implicación en la escalada de tensiones entre la República Islámica y lo que denominan como la «entidad ilegal». Amir Saeid Iravani, embajador y representante permanente de Irán ante las Naciones Unidas, expresó esta advertencia en respuesta a una pregunta de los medios estadounidenses sobre el alcance de la posible represalia de Irán ante un ataque de Israel.
Iravani subrayó que «nuestra respuesta será únicamente contra el agresor». En este sentido, añadió que «si un país ayuda al agresor, ese país será considerado cómplice del crimen y un objetivo legítimo». Con esta declaración, dejó claro que cualquier nación que respalde un ataque de represalia israelí contra Irán se arriesgaría a ser blanco de represalias.
Iravani aconsejó enfáticamente a estos países no involucrarse en el conflicto entre el Israel e Irán, sugiriendo que «se mantengan al margen de la batalla». El mensaje parece dirigido principalmente a los aliados occidentales de Israel, que históricamente han respaldado las acciones de su Gobierno en la región, así como a las naciones vecinas que podrían verse tentadas a apoyar indirectamente a Israel.
Este desarrollo se produjo luego de que el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGC, por sus siglas en inglés) lanzara una masiva ofensiva de misiles contra objetivos en la región de Tel Aviv. La operación, bautizada como «Operación Promesa Verdadera 2», fue presentada como una respuesta directa a los recientes asesinatos de figuras clave en la resistencia contra Israel. Entre las víctimas de estos ataques se encontraban Ismail Haniyeh, jefe de la oficina política de Hamas; Sayyed Hassan Nasrallah, secretario general de Hezbollah; y Abbas Nilforoushan, un general del IRGC.
La IRGC afirmó que la operación tenía como objetivo «el corazón de los territorios ocupados», en represalia por los asesinatos perpetrados por Israel contra estos líderes. Además, justificaron la operación bajo el derecho legítimo a la defensa propia, tal como lo establece la Carta de las Naciones Unidas. La IRGC también condenó a Estados Unidos por su apoyo a las acciones israelíes, acusando al país norteamericano de ser cómplice de las tensiones crecientes en la región.
Entre los objetivos alcanzados por los misiles iraníes se encontraban varias bases aéreas y de radar, así como centros de planificación de conspiraciones y asesinatos contra líderes de la resistencia y comandantes del IRGC. Estas instalaciones eran consideradas puntos clave en las operaciones de Israel para debilitar a los movimientos terroristas en la región.
En resumen, Irán ha dejado en claro su intención de defenderse de cualquier ataque de Israel y ha advertido a los aliados de este último que podrían enfrentar graves consecuencias si deciden apoyar a Israel en el conflicto. Al mismo tiempo, la IRGC ha reafirmado su compromiso con la autodefensa y ha señalado que sus acciones están respaldadas por el derecho internacional, mientras condena el apoyo de Estados Unidos a Israel en lo que describe como «crímenes contra los pueblos de la región».
