Ambas entidades han informado sobre el progreso de las pruebas de la primera nave Starliner tripulada, aunque aún no hay novedades significativas. Los responsables del programa han confirmado que el descenso a la Tierra no se producirá antes de finales de julio. Inicialmente, la misión debía durar solo ocho días, pero diversos errores y fugas en el sistema de propulsión han retenido la nave cerca de dos meses en la Estación Espacial Internacional (ISS). La nave llegó a la ISS el pasado 6 de junio con los astronautas Butch Wilmore y Suni Williams a bordo.
Pruebas y análisis sobre los propulsores
La agencia espacial estadounidense y Boeing han decidido continuar con el análisis de datos y las pruebas en tierra, específicamente en la base de White Sands, Nuevo México. “Queremos seguir con las pruebas hasta tener la confianza de que entendemos totalmente lo que ha sucedido con los propulsores. Esto no es algo inusual en las misiones espaciales”, afirmó Steve Stich, director del programa de vuelos comerciales tripulados de la NASA.
Vida en la ISS
Wilmore y Williams, que llevan 34 días en la ISS, se han integrado completamente en la vida diaria y las tareas de la Expedición 71. Aunque el plan inicial era permanecer solo una semana, su experiencia previa en la ISS les ha permitido adaptarse sin problemas. Además de colaborar en tareas de investigación y mantenimiento, su principal labor es analizar los datos necesarios para que la nave obtenga la certificación para largas estancias en la ISS.
Competencia y certificación
La Starliner necesita la certificación para cumplir su misión de ofrecer transporte regular al espacio para la NASA. Boeing busca competir con SpaceX y su nave Crew Dragon, que es totalmente reutilizable y ya vuela regularmente a la ISS desde 2020. Actualmente, solo tiene licencia para permanecer 45 días acoplada a la ISS, un límite que se superará con las previsiones actuales de regreso a finales de julio.
Problemas técnicos y retrasos
El objetivo de las pruebas intensivas es descubrir las causas de los fallos de varios propulsores y las fugas de helio detectadas durante la aproximación a la ISS. Esto provocó un retraso en el acoplamiento y nuevas fugas de helio después de estar amarrada a la ISS. La NASA y Boeing han pospuesto el regreso indefinidamente hasta recopilar suficientes datos sobre estos problemas.
Historial de incidentes
El regreso de la Starliner no ha sido el único imprevisto en esta misión. Wilmore y Williams despegaron finalmente el 5 de junio, tras dos cancelaciones y varios aplazamientos. En 2019, en su primer vuelo de prueba no tripulado, la cápsula Calypso no logró acoplarse a la ISS y tuvo que regresar antes de tiempo. Esto obligó a realizar un nuevo vuelo de prueba en 2022, y entre esa misión y la actual, nuevos problemas han seguido retrasando el programa.
