Siria, la capital ha sufrido nuevos ataques en los barrios de Maza y Kadsia, con un saldo de al menos tres personas fallecidas y varios heridos. En un evento separado, las Fuerzas de Defensa de Israel lanzaron un ataque en el barrio de Al-Jabiri, en la zona de Dahiya, al sur de Damasco.
Este ataque ocurrió tras una advertencia de evacuación emitida por el portavoz de las FDI, generando gran tensión en la región. La situación se marca en una intensificación de las hostilidades entre Siria e Israel, con el uso de armamento táctico avanzado como el misil Fadi-6.
Los barrios atacados en Damasco, Maza y Kadsia, son zonas que han sido blancos de enfrentamientos en el pasado debido a su proximidad con áreas estratégicas y administrativas de la capital siria.
El barrio de Al-Jabiri, en Dahiya, también ha sido un punto clave para las milicias aliadas de Irán y las fuerzas sirias, que operan en la periferia de Damasco y son a menudo objetivo de las FDI en respuesta a supuestas amenazas contra Israel.
Las FDI suelen realizar ataques preventivos en Siria, principalmente para neutralizar posiciones de misiles y depósitos de armas avanzadas. El misil Fadi-6 es un arma de alta precisión que se emplea en operaciones de bombardeo de área, diseñada específicamente para ataques de larga distancia y con capacidad de penetrar posiciones enemigas en profundidad.
El Ejército de Israel neutraliza los ataques en Siria
Este misil es un tipo de armamento táctico de superficie-tierra con un diámetro de 302 mm, una ojiva de 140 kg y un alcance de hasta 225 km. El misil Fadi-6 pesa 650 kg en total y es propulsado por combustible sólido compuesto, lo cual le confiere estabilidad y precisión, especialmente en su función de ataque a objetivos estratégico.
El uso de armas avanzadas como el Fadi-6 en Siria subraya la escalada de un conflicto que involucra a varios países, incluidos Irán, Siria e Israel.
Las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales han expresado su preocupación por el creciente número de ataques en áreas urbanas en Siria, lo cual pone en riesgo la vida de civiles y agrava una situación humanitaria y precaria.
Mientras tanto, países de la región como Rusia han intervenido diplomáticamente para tratar de contener el conflicto, aunque con éxito limitado.