Los sondeos y las encuestas no han fallado. El partido Agrupación Nacional, liderado por Le Pen, ha sido el más votado en la primera vuelta de las elecciones legislativas francesas con un 33% de los votos, por delante de la coalición de izquierda Nuevo Frente Popular (28,5%) y la centrista Juntos por la República (22%).
Ahora, según los analistas políticos, se abren cuatro escenarios posibles para Francia, aunque dos son más posibles y de una importante complejidad: la cohabitación entre Macron y un primer ministro del partido de Le Pen o un bloque parlamentario.
Cohabitación
En Francia, la cohabitación se produce cuando el jefe del Estado de una República pertenece a un partido político y no puede conformar una coalición donde el primer ministro tiene que ser aceptado por parte del parlamento o de la asamblea. En la práctica, el jefe del Estado continúa a cargo de áreas como la defensa o las relaciones internacionales, mientras que el primer ministro apunta más a los aspectos internos de la política nacional.
En este país, ha habido tres cohabitaciones hasta ahora. El primero fue Jacques Chirac con el presidente socialista François Mitterrand. La segunda cohabitación, también con Mitterrand como jefe de Estado, la protagonizó el neogaullista Édourad Balladur. Y la tercera fue cuando Lionel Jospin ganó las elecciones legislativas en 1997 y comenzó la tercera cohabitación hasta 2022.
Ingobernabilidad
Todavía está por ver cuáles serán los resultados de la segunda vuelta de las elecciones francesas pero, si tras ellos, el partido de Le Pen no alcanza la mayoría absoluta (289 escaños) o se queda lejos de los 250-260 diputados y, por tanto, no se puede conformar una mayoría parlamentaria alternativa, el presidente de la República no podrá nombrar a un nuevo primer ministro.
De ser así, Gabriel Attal podría permanecer en el cargo o bien nombrar a un Gobierno técnico presidido por otra persona que reúna el consenso de la Cámara hasta que, dentro de un año, pueda disolverse la Asamblea Nacional y convocar nuevas elecciones.
Una gran coalición
El sistema electoral francés premia a las amplias mayorías. En la situación actual y dada la incompatibilidad entre ambos bloques, no resultaría fácil que los de Le Pen encontraran aliados para alcanzar la mayoría absoluta, los 289 escaños.
En cambio, sí sería más fácil una eventual coalición centrista que reuniría alrededor de Juntos la coalición macronista con los diputados moderados procedentes del Partido Socialista, Los Verdes y Los Republicanos. No obstante, no deja de ser un escenario poco posible dada la polarización actual en Francia.
Dimisión
Macron ha insistido que su mandato concluye en 2027 y que ahora solo está en juego la renovación de la Asamblea Nacional. Sin embargo, no se sabe todavía qué va a pasar en la segunda vuelta, una vez se conozca la nueva composición de la Cámara baja francesa. Si, en este caso, la derecha se siente fuerte, aumentarán las voces que desde la oposición reclamen su renuncia y convocatoria de elecciones presidenciales anticipadas.
La Constitución francesa solo prevé el final del mandato de cinco años del presidente de la República por fallecimiento, dimisión o “impeachment” (destitución).