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La primera vuelta de las elecciones presidenciales en Rumanía ha dejado un resultado inesperado. Con el 99,9% de los votos escrutados, el ultraderechista Călin Georgescu, crítico de la OTAN, se posiciona como el favorito al obtener el 22,9% de los sufragios. En segundo lugar, con el 19,16%, se encuentra Elena Lasconi, líder de un partido de centroderecha, quien logró superar al primer ministro izquierdista Marcel Ciolacu, el candidato que partía como favorito gracias al respaldo de los votantes en el extranjero.
Tensiones políticas y el papel de la OTAN
La victoria de Georgescu representa un desafío para la postura tradicionalmente prooccidental y pro-Ucrania de Rumanía. Este exmiembro de la extrema derecha ha cuestionado la efectividad de la OTAN, calificando el escudo antimisiles de Deveselu como una «vergüenza diplomática» y poniendo en duda la capacidad de la Alianza para proteger a sus miembros frente a Rusia.
Por su parte, Lasconi, experiodista y actual líder de la Unión Salvemos Rumanía (USR), mantiene una postura opuesta. Aboga por incrementar el gasto en defensa y continuar apoyando a Ucrania en su conflicto con Rusia.
La economía y el coste de vida, ejes de la campaña
La campaña electoral estuvo marcada por el aumento del coste de vida en un país donde casi una cuarta parte de la población está en riesgo de pobreza, la mayor proporción de la Unión Europea. Mientras Marcel Ciolacu prometía estabilidad política y gasto público sin aumentos de impuestos, Rumanía enfrenta el mayor déficit presupuestario de la UE, cercano al 8%.
La inesperada subida de Georgescu, que en las encuestas previas apenas superaba el 5%, ha generado especulaciones. «Es un aumento sin precedentes en nuestra democracia desde 1989«, señaló el analista político Radu Magdin, mientras otros expertos, como Sergiu Miscoiu, no descartan una posible influencia rusa en los comicios debido a la postura de Georgescu respecto a Ucrania.
Rumanía en la frontera de la guerra
La proximidad geográfica de Rumanía con Ucrania ha sido un factor clave en estas elecciones. Desde el inicio del conflicto en 2022, el país ha proporcionado apoyo militar y logístico a su vecino, incluyendo la exportación de grano y la donación de sistemas de defensa aérea. Sin embargo, las tensiones han aumentado debido a los repetidos ataques con drones en su frontera, aunque sin víctimas reportadas.
El ocaso de los grandes partidos
Los resultados de la primera vuelta han supuesto un golpe para los dos grandes partidos tradicionales de Rumanía, los socialdemócratas y los liberales, que gobiernan en coalición. Ambos quedaron fuera de la contienda, lo que deja el camino abierto a un duelo entre Georgescu y Lasconi en la segunda vuelta, programada para el 8 de diciembre.