Machado, ingeniera industrial con estudios especializados en finanzas obtenidos en el Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), ha sido una figura prominente en la política venezolana durante más de dos décadas. Desde su participación como cofundadora de la ONG Súmate en 2002, dedicada a promover la transparencia en los procesos electorales, hasta su papel durante el referendo revocatorio de 2004, donde colaboró en la recolección de firmas en un intento por destituir al entonces presidente Hugo Chávez, Machado ha mantenido una postura firme en contra del régimen chavista.
En 2010, Machado fue elegida diputada de la Asamblea Nacional por el estado Miranda, destacándose por su compromiso con la representación ciudadana y la defensa de los principios democráticos. Su participación en las elecciones primarias presidenciales de 2012, aunque no resultó en una victoria, enriqueció el debate político y fortaleció la alternativa democrática en el país.
Sin embargo, la carrera política de Machado se ve obstaculizada por su inhabilitación para ejercer cargos públicos en Venezuela por 15 años, impuesta por la Contraloría General de la República debido a supuestos «errores y omisiones en sus declaraciones juradas de patrimonio». A pesar de los esfuerzos de Machado por negar estos señalamientos, tanto el Tribunal Supremo de Justicia como el Consejo Nacional Electoral han ratificado su inhabilitación, dejándola fuera de la contienda electoral.
A pesar de la exclusión oficial de Machado de las elecciones, su influencia en la política venezolana sigue siendo significativa. Aunque Edmundo González Urrutia ha sido designado como el candidato oficial de la coalición, es Machado quien lidera la campaña presidencial, manteniendo viva la esperanza de cambio y democracia en Venezuela.