El primer Ministro francés Gabriel Attal (C) visita un mercado de alimentos con el candidato del partido mayoritario presidencial. EFE//CHRISTOPHE PETIT TESSON
Ya son más de 200 candidatos los que han decidido no presentarse a la segunda vuelta de las elecciones legislativas en Francia, que tendrán lugar este domingo. El objetivo de la estrategia es impedir la dispersión del voto y evitar que el partido Agrupación Nacional, liderado por Marine Le Pen, consiga la mayoría absoluta.
El plazo para formalizar las candidaturas ya ha terminado, exactamente a las 18:00 horas de este martes, y hasta ese momento se registraron 218 renuncias, lo que reduce a 91 las competiciones con tres candidatos en las 502 circunscripciones que se deciden el domingo, así como otras dos con cuatro candidatos.
La gran mayoría provienen de Juntos por la República
La mayoría de las renuncias provienen de candidatos de Juntos por la República, la alianza del presidente Emmanuel Macron, y del Nuevo Frente Popular (NFP) de izquierda. El objetivo es dejar solo un rival frente al candidato de Agrupación Nacional en cada circunscripción.
Al menos 130 renuncias proceden de candidatos de la izquierda, 82 del campo macronista, 2 de la derecha tradicional y 3 del Agrupación Nacional (estos últimos para apoyar a un candidato afín mejor colocado).
Evitar la mayoría absoluta
El principal objetivo de estas renuncias es evitar que Agrupación Nacional alcance la mayoría absoluta (289 diputados) en la segunda vuelta, después de que en la primera, la formación de Le Pen y sus aliados lograran una histórica victoria con el 33,15% de los votos.
El cierre del plazo de presentación de candidaturas llegó tras dos días muy intensos de conversaciones, con reproches incluidos, ya que varias destacadas figuras del sector más derechista del macronismo (como el exprimer ministro Édouard Philippe o el titular de Economía, Bruno Le Maire) se resistían a facilitar la victoria de candidatos de La Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon.
Reacciones a las renuncias
El coordinador de LFI, Manuel Bompard, acusó al campo de Macron de poner en peligro el resultado del domingo, al resistirse algunos de sus candidatos a retirarse de la carrera electoral. Sin embargo, varias figuras del macronismo finalmente desistieron, entre ellas cinco miembros del Gobierno, incluyendo la ministra de Colectividades Territoriales, Dominique Fauré, y la secretaria de Estado de Veteranos y Memoria, Patricia Miralles.
Marine Le Pen, por su parte, ha insistido en la necesidad de que su partido logre la mayoría absoluta para poder aplicar libremente su programa. «No podemos aceptar entrar en el Gobierno si no podemos actuar», declaró en una entrevista radiofónica.