En medio de una agitación política y social en Palestina, el economista Mohamad Mustafá ha sido encargado de formar un gabinete de 22 ministros con el respaldo de Estados Unidos. Este movimiento busca abordar los desafíos urgentes que enfrenta la Autoridad Nacional Palestina (ANP), con un enfoque particular en la eventual administración de Gaza al finalizar el conflicto.
Hace poco más de un mes, el entonces primer ministro palestino, Mohamed Shtayé, presentó su dimisión en protesta por la escalada de violencia en Cisjordania y Jerusalén Este, así como por la percepción de la pérdida de influencia política de la ANP en la lucha por la independencia de Palestina. Esta acción sumió al gobierno de Ramala en una crisis institucional.
El sucesor de Shtayé, el economista Mohamad Mustafá, se enfrenta a desafíos monumentales. Entre ellos se encuentran la gestión de la violencia perpetrada por colonos en áreas disputadas y la respuesta a la indignación popular entre los palestinos, especialmente en Gaza, donde la popularidad de Hamás representa un desafío adicional para el gobierno de Ramala.
El descontento hacia la ANP se extiende por toda Palestina, con una mayoría significativa que apoya la disolución de la institución y la renuncia del presidente Mahmoud Abbas. Mustafá, consciente de estos desafíos, ha conformado un gabinete diverso con tres ministras, apuntando a la representación y la inclusión como parte de su estrategia de gobierno.
El nuevo gobierno busca reconstruir Gaza tras el fin de la guerra
Este nuevo gobierno palestino no solo busca hacer frente a los problemas internos, sino que también aspira a gestionar la reconstrucción de Gaza tras el fin de la reciente operación militar israelí en la Franja. La designación de Mustafá cuenta con el respaldo tanto del presidente Abbas como de Estados Unidos, que ha expresado su apoyo y disposición a colaborar en la implementación de reformas creíbles.
Interés de Estados Unidos trabajar con un gobierno palestino
La postura de Estados Unidos refleja su interés en trabajar con un gobierno palestino que pueda promover la paz, la seguridad y la prosperidad en la región. Esta posición también aboga por el establecimiento de un gobierno tecnócrata en Gaza después del conflicto, como parte de un esfuerzo por lograr estabilidad en la región.
Sin embargo, las aspiraciones del nuevo gobierno palestino se ven desafiadas por las propuestas del presidente israelí, Benjamin Netanyahu, quien busca crear un territorio desmilitarizado en Gaza controlado por Israel de forma indefinida. Esta visión contrasta con los objetivos de autonomía y autodeterminación que busca el nuevo gobierno palestino, lo que plantea desafíos adicionales para la resolución del conflicto.
El nuevo gobierno palestino liderado por Mohamad Mustafá representa un intento de abordar los desafíos internos y externos que enfrenta Palestina, con el respaldo de Estados Unidos y la esperanza de reconstruir Gaza y establecer condiciones para la estabilidad regional. Sin embargo, las tensiones con Israel y los desafíos internos podrían obstaculizar estos esfuerzos, subrayando la complejidad y la delicadeza del conflicto en la región.