A las 17:00, la participación electoral era del 59,71%, según el Ministerio del Interior. Esta cifra es ligeramente superior al 59,39% registrado en la primera vuelta el domingo anterior a la misma hora, y significativamente mayor que el 38,11% en las legislativas de 2022. Se trata de una cifra récord, la más alta desde 1981, lo que representan la fuerte capacidad de movilización del electorado con la que cuentan los actuales líderes de los partidos franceses.
El presidente Emmanuel Macron anunció la convocatoria electoral justo después del cierre de los colegios electorales tras los comicios europeos. En esa votación, La motivación del anuncio recaía sobre los resultados de Agrupación Nacional, que obtuvo más del 30% de los votos en las elecciones al Parlamento Europeo, lo que, según Macron, justificaba consultar nuevamente la opinión ciudadana con una renovación de la Asamblea, prevista teóricamente para 2027.
En la primera vuelta de las elecciones legislativas del 30 de junio, el partido de Marine Le Pen, Reagrupamiento Nacional (RN), fue el más votado con el 33% de los votos. La coalición Nuevo Frente Popular obtuvo el 28%, mientras que el macronismo quedó en tercer lugar con el 20,8%. Tras la derrota, la izquierda y el centroderecha han formado un cordón sanitario para aislar al RN. El último sondeo de Ipsos muestra un empate técnico entre los tres bloques: la izquierda obtendría entre 145 y 175 escaños, el centroderecha entre 175 y 215, y los ultranacionalistas entre 175 y 205.
El presidente de la República celebrará una reunión en el Palacio del Elíseo a partir de las 18:30 horas para seguir los resultados electorales, con la presencia de líderes de la mayoría, incluido el primer ministro Gabriel Attal.