El periodista estadounidense Evan Gershkovich ha sido declarado culpable por un tribunal ruso por cargos de espionaje, acusaciones que The Wall Street Journal, el periódico para el que trabaja, ha calificado de falsas.
El mes pasado, en la ciudad de Ekaterimburgo, donde tuvo lugar el juicio, Gershkovich declaró que las acusaciones en su contra son totalmente infundadas. Cabe destacar que Gershkovich es el primer periodista estadounidense detenido por espionaje en Rusia desde la Guerra Fría.
Lo que más destaca de esta condena es la inusual rapidez con la que se ha resuelto, en contraste con los casos de espionaje que normalmente tardan varios meses en concluir. Además, el juicio se llevó a cabo a puerta cerrada. La vista del caso tuvo lugar el pasado viernes y fue la tercera celebrada en todo el proceso. Este proceder ha generado cierto malestar y ha suscitado especulaciones sobre un posible acuerdo de intercambio de prisioneros entre Estados Unidos y Rusia, un tema largamente debatido, en el que podrían estar implicados Gershkovich y otros estadounidenses detenidos en Rusia.
Según lo conocido del juicio, los fiscales alegaron que el periodista recopiló información por orden de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos sobre una empresa que fabrica tanques para la guerra de Moscú en Ucrania. Tanto Gershkovich como The Wall Street Journal han negado estas acusaciones.
El primer periodista condenado por espionaje desde la Guerra Fría
Tanto Gershkovich como su periódico y el gobierno estadounidense rechazaron las acusaciones y dijeron que se limitaba a hacer su trabajo como reportero acreditado por el Ministerio de Relaciones Exteriores para trabajar en Rusia. The Wall Street Journal envió un comunicado el jueves en el que señalaba que: “Incluso mientras Rusia orquesta su vergonzoso juicio farsa, seguimos haciendo todo lo posible para presionar por la inmediata liberación de Evan”.
Agentes del servicio de seguridad FSB lo detuvieron el 29 de marzo de 2023 en un asador de Ekaterimburgo, a 1.400 kilómetros al este de Moscú. Desde entonces está recluido en la prisión moscovita de Lefortovo. Rusia tiene como costumbre cerrar los procedimientos judiciales contra extranjeros sin llegar a ningún tipo de acuerdo con el país de origen del detenido, con el fin de poder canjearlos por rusos que se encuentran cumpliendo condena en otros países.