La Administración Biden tiene en sus manos una lista de objetivos rusos que Ucrania desea atacar con armamento occidental. Esta semana, el ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umerov, presentó a sus aliados un conjunto de blancos militares que podrían ser alcanzados por los misiles ATACMS de largo alcance, en un esfuerzo por intensificar la presión sobre Estados Unidos para que autorice ataques más allá de las fronteras ucranianas.
La resistencia de Washington ante el uso de ATACMS
A pesar de las peticiones ucranianas, funcionarios estadounidenses sostienen que la política actual, que prohíbe el uso de los misiles ATACMS fuera de Ucrania, no cambiará a corto plazo. El gobierno de Estados Unidos argumenta que estos ataques no alterarían significativamente el curso del conflicto, además de alimentar temores sobre una posible escalada en la guerra.
En una visita oficial a Washington, Umerov declaró a CNN: «Hemos explicado qué tipo de capacidades necesitamos para proteger a nuestros ciudadanos del terrorismo ruso«. Las autoridades ucranianas están llevando a cabo intensas gestiones diplomáticas para intentar que Occidente relaje sus restricciones en cuanto al uso de armamento en el conflicto que ha devastado el país durante casi tres años.
Evaluación militar y respuesta ucraniana
El secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, comunicó a su homólogo ucraniano que muchos de los objetivos rusos más críticos están fuera del alcance de los misiles ATACMS, según un informe de inteligencia estadounidense. El documento señala que hasta el 90% de la aviación militar rusa ha sido reubicada en lugares más seguros. Sin embargo, Umerov desestimó estas evaluaciones, insistiendo en la necesidad de los misiles para defender Ucrania.
Debate en Occidente sobre la estrategia militar
El uso de misiles de largo alcance por parte de Ucrania ha generado un debate dentro de la OTAN. Mientras que Estados Unidos mantiene una postura cautelosa, el Reino Unido estaría dispuesto a considerar la eliminación de las restricciones, según informó ‘The Telegraph’. Londres busca una «posición consensuada» con Washington para evitar tensiones en sus relaciones bilaterales.
Por otro lado, países como los bálticos y la República Checa apoyan firmemente la idea de permitir que Ucrania lleve la guerra a territorio ruso. El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas checas, Karel Rehka, ha manifestado que «si queremos que los ucranianos prevalezcan, debemos permitirles llevar la guerra a Rusia». De manera similar, el ministro de defensa de Estonia, Hanno Pevkur, ha cuestionado la ambigüedad de los aliados occidentales, subrayando la necesidad de pasar del «apoyo a la guerra» al «apoyo a la victoria de Ucrania».
