Pablo, un hombre de 36 años, vivió una pesadilla que lo llevó desde la puerta de salida del conocido local nocturno Nico’s, ubicado en la transitada calle Caños del Peral, hasta una cama de hospital. Según su testimonio ante las autoridades policiales, todo comenzó cuando un individuo, descrito como rubio, de ojos claros, y con una complexión fuerte, le hizo señas para que se acercara a él.
Los hechos del suceso
Sin mediar palabra, este individuo inició una brutal paliza, con insultos homófobos, culminando con un mordisco en la oreja izquierda de Pablo: “me acerqué y de inmediato empezó a golpearme”. “No me dijo nada más. Solo ‘maricón de mierda, te voy a matar’ repetidas veces”.
Según el testimonio de Pablo, el agresor era “un hombre de raza aria, ojos claros, rubio, con barba y de complexión fuerte, vistiendo un suéter azul y vaqueros”, “llevaba el pelo corto, casi rapado, más o menos un corte militar y, pese a tener un aspecto de Europa del Este, en las pocas palabras que pronunció tenía acento español”.
El silencio de la sociedad
Los hechos, ocurridos en pleno centro de Madrid, ante la mirada indiferente de quienes transitaban por la zona, se convirtieron en una escena de violencia inusitada. A pesar de los gritos de auxilio de la víctima, nadie intervino hasta que un transeúnte se acercó para ayudar a Pablo a llamar a la ambulancia y a la policía.
Agresiones en la Comunidad de Madrid
El episodio deja en evidencia la cruda realidad de la violencia homófoba en la sociedad madrileña. Según datos del Observatorio Madrileño contra la Homofobia, en el año 2022 se registraron 173 agresiones de este tipo en la Comunidad de Madrid, con un alarmante promedio de una agresión cada dos días, siendo la capital responsable del 73% de estos incidentes. Además, un estudio realizado por la Federación Estatal LGTBI+ revela que el 8,6% de las personas pertenecientes al colectivo gay ha sufrido al menos una agresión física en su vida.
El caso de Pablo, que aún no ha logrado identificar a su agresor, pone de manifiesto la urgencia de tomar medidas efectivas para combatir la intolerancia y garantizar la seguridad y el respeto para todas las personas, independientemente de su orientación sexual o identidad de género.