La especialización de las mafias dedicadas a la ocupación ilegal de viviendas va en aumento. Cada vez más, se observa el patrón de ocupar pisos que han sido adquiridos por la Agencia de la Vivienda Social (AVS), anteriormente conocida como Ivima, justo antes de que sean entregados a familias vulnerables por parte de la Comunidad de Madrid.
Acceso a información privilegiada
Estas mafias acceden a información privilegiada, aunque pública, sobre qué viviendas están en proceso de ser entregadas y alertan a familias para que ocupen los inmuebles poco antes de que se realice la entrega oficial. Los últimos casos detectados, ocurridos en Valdemoro y Leganés, ya han sido denunciados, pero este fenómeno se observa en varias localidades cercanas a la capital.
Uno de los lugares donde obtienen información es a través de las actas de la mesa de contratación, disponibles en el Perfil del Contratante de la Comunidad de Madrid. Sin embargo, estas actas solo indican la aprobación de la compraventa, no la fecha en que se efectuará la misma. Por lo tanto, una vez comprueban que los antiguos propietarios han abandonado la vivienda, permiten que los usurpadores ocupen el lugar.
Un problema que no deja de incrementarse
Las ocupaciones ilegales son un problema para los propietarios, tanto privados como públicos. Desde 2021, la AVS ha abierto 1.827 expedientes administrativos de recuperación de viviendas ocupadas ilegalmente, según información de la Consejería de Transportes, Infraestructuras y Vivienda. En el último año y medio, se han iniciado 652 expedientes, de los cuales 94 corresponden a viviendas asaltadas, lo que representa aproximadamente el 14% de los casos. A pesar de esto, las denuncias penales son escasas, con solo 109 desde 2021.
Las autoridades vigilan de cerca las viviendas entregadas por la AVS para detectar posibles irregularidades en su ocupación. Si se identifican situaciones indebidas, se inicia un procedimiento de recuperación patrimonial a través de la vía contencioso-administrativa. Respecto al uso de información pública por parte de las mafias de ocupación ilegal, la Consejería no cuenta con datos precisos, aunque se está investigando en esa dirección.
El caso de Valdemoro y una ocupación múltiple
En un caso particular en la calle Benelux, en Valdemoro, la situación se volvió aún más sorprendente cuando seis personas, divididas en dos grupos, ocuparon la misma vivienda en un corto periodo de tiempo y llegaron a denunciarse mutuamente en un juicio por la posesión del piso. Finalmente, una pareja de nacionalidades rumana y colombiana resultó victoriosa en el proceso judicial, dejando en evidencia la complejidad de estos conflictos entre ocupantes.
Estos episodios reflejan la complejidad y los desafíos que enfrentan los propietarios de viviendas, así como las deficiencias en el sistema legal que permiten situaciones tan surrealistas como la descrita en Valdemoro. La lucha por la propiedad de los inmuebles ocupados ilegalmente lleva a conflictos entre los usurpadores, evidenciando la situación precaria en la que se encuentran tanto los propietarios legítimos como las autoridades locales que intentan abordar estos problemas.