Imagen: Inmigración ilegal-Europa Press
2024 ha sido un año dramático frente a las costas españolas. Entre el 1 de enero y el 15 de diciembre de este año, 10.457 personas han muerto o desaparecido cuando intentaban llegar a España en cayucos procedentes de África, según el informe “Derecho a la vida 2024” elaborado por Caminando Fronteras. Es el año más mortífero desde que se tienen datos, según alerta la ONG, con una media de 30 víctimas diarias y un aumento de casi un 60% respecto a 2023.
La ruta canaria, la más mortífera
El informe, que cuenta con el apoyo económico del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, constata una crisis migratoria sin precedentes frente a las costas españolas, principalmente en la ruta canaria, la “más letal del mundo”.
Tanto es así que de las más de 10.000 víctimas documentadas por Caminando Fronteras, 9.757 se registraron en la llamada ruta atlántica, el 93% del total. Lejos de esas cifras está la ruta argelina, en el Mediterráneo, con 517 víctimas; mientras que la ruta del Estrecho y la del mar de Alborán provocaron la muerte de 110 y 73 personas, respectivamente.
El informe analiza 293 sucesos ocurridos en esos traslados migratorios. De estos casos, el informe recoge que 131 embarcaciones desaparecieron sin dejar rastro y con todas las personas a bordo.
Según explica la ONG, los datos son obtenidos a partir de fuentes primarias, comunidades de inmigrantes, familiares de las víctimas y organizaciones que trabajan en el terreno. El colectivo dispone asimismo de una línea telefónica de alertas operativa las 24 horas. A través de este servicio, recibe alertas de cayucos en peligro y el Observatorio de Derechos Humanos centraliza la información.
No obstante, pese al elevado número de víctimas mortales que refleja el informe, son muchas más las personas que sí logran llegar a España. Según el Ministerio del Interior, entre el 1 de enero y el 15 de diciembre de 2024, el mismo periodo que analiza Caminando Fronteras, lograron alcanzar con éxito las costas españolas más de 57.000 personas.
Si analizamos los datos por meses, abril fue el más trágico, pues 1.284 personas perdieron la vida tratando de llegar a suelo español. Con el calor y el buen tiempo aumenta la llegada de inmigrantes a las costas españolas, y disminuye el número de víctimas mortales al mejorar las condiciones climatológicas. Las cifras de mortalidad aumentan, por tanto, en meses con clima más desfavorable, en el que el mar es más peligroso, como es el mes de febrero.
La organización destaca que las salidas de embarcaciones desde Mauritania, el principal punto de partida hacia Canarias, no han cesado ni en periodos donde las condiciones meteorológicas en la ruta han sido «terriblemente complicadas».
Finalmente, en cuanto a las víctimas, 421 fueron mujeres y 1.538 niños, niñas y adolescentes. «Estas cifras evidencian un fracaso profundo de los sistemas de rescate y de protección. Más de 10.400 personas muertas o desaparecidas en un solo año es una tragedia inadmisible. Urgimos a que se priorice la protección del derecho a la vida, se refuercen las operaciones de búsqueda y rescate y se garantice la justicia para las víctimas y sus familias», denuncia Helena Maleno, coordinadora de la investigación.