José Luis Ábalos, exministro de Transportes, declaró la semana pasada ante el Tribunal Supremo después de que el juez encargado del caso, le atribuyera un “papel principal” en la trama al ver “indicios fundados y serios” de varios delitos.
Al estar aforado, fue el Tribunal Supremo el que abrió causa contra él por presuntos delitos de pertenencia a organización criminal, tráfico de influencias, cohecho y malversación. En su escrito, la Sala Segunda hace referencia a los beneficios económicos que recibió Ábalos y que fueron destinados a una de sus parejas, Jéssica.
El escrito señalaba que “a los pagos correspondientes al contrato de alquiler en un apartamento situado en el edificio conocido como Torre de Madrid que era utilizado por una persona, Jésica Rodríguez, con la que el aforado se encontraba, al parecer, relacionado”.
“Esta persona trabajaba por cuenta ajena en empresas públicas dependientes del Ministerio y había formado parte del grupo de personas que acompañaron al ministro en viajes oficiales”, añadía el texto.
Trasgsatec, es una empresa pública de ingeniería que forma parte del grupo Tragsa. En ella, la amante de Ábalos, Jésica, entró a trabajar en marzo de 2021 en un puesto de trabajo al que pudo acceder tras superar un proceso de selección al que se presentaron casi mil personas.
Ábalos enchufó a Jéssica en una empresa pública tras eliminar a 900 personas
En concreto, según los documentos en poder de El Debate, Jéssica fue la segunda mejor candidata del total de 929 candidatos que se presentaron a la oferta. “De ellas 42 candidaturas cumplían los requisitos de la convocatoria (según las respuestas dadas en el cuestionario de inscripción), de los que finalmente 7 superaron la valoración técnica de la unidad organizativa y la prueba competencial”.
Así consta en un escrito oficial firmado por Patricia Tresgallo Fernández, directora de Gabinete de Presidencia del grupo Tragsa, este 29 de noviembre, en el que detalla cómo llegó la pareja a Ábalos a ser miembro de la plantilla de esta empresa pública, gracias a un “contrato por circunstancias de la producción”, lo que, reconoce, permite realizar un ‘casting’ “más sencillo y rápido”, aunque en la oferta consta que la relación laboral será “de 6 meses con posibilidades de ampliación o continuidad”.
Según El Debate, casualmente Jéssica consigue ser la segunda mejor de aquel proceso de selección en el que se tienen en cuenta “las respuestas dadas en el cuestionario de inscripción”, además de “la valoración técnica de la unidad organizativa y la prueba competencial”, en la que obtiene 7 puntos sobre 10, lo que le permite sumar un total de 52 puntos en todo el procedimiento.