Según las conversaciones registradas en el informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, José Luis Ábalos quería darle diferentes usos a su chalé de la Línea de la Concepción, Cádiz.
Ábalos le plantó a su asesor en aquel entonces, Koldo García, un negocio para poder aprovechar la vivienda que le habían regalado como pago la compra de las mascarillas, en el tiempo que él y su familia no estuvieran haciendo uso de dicha cuenta. Esta operación de negocio tenía que estar liderada por Víctor de Aldama, persona encargada de mediar para la compra del chalé de La Alcaidesa.
Varias conversaciones de WhatsApp entre el exsecretario de organización del PSOE y su asesor, fechadas en julio de 2021 y a las que ha tenido acceso Vozpópuli, muestran cómo Ábalos propuso alquilar el espacio a turistas para poder sacar cierta rentabilidad a una vivienda costeada por los socios de Aldama.
Según estas conversaciones a las que ha tenido acceso Vozpópuli, Ábalos pidió a Koldo: “Podrías hacer copia de las llaves de La Alcaidesa para Víctor y Manu a ver si lo pueden alquilar a turistas… Mira si me las das a las 13 horas”.
Dicha orden dada por el exministro de Transportes revela el nombre de los verdaderos dueños de la propiedad, o al menos, de las personas que se encargan de su gestión. A pesar de que Ábalos y su familia estuvieras disfrutando de dicha casa. Los mensajes obtenidos por la UCO también revelan que Víctor de Aldama fue la persona que en 2021 se dedicó a mediar en la compra de dicha propiedad.
La trama Koldo quería desahuciar a Ábalos del chalé de Cádiz
Este desembolso de dinero supuso alrededor de medio millón de euros y se hizo en dos partes a través de empresas vinculadas a Claudio Rivas. El Instituto Armado relaciona la compra del chalé en Cádiz durante un momento de inversión del dinero procedente de la trama Fuel, en la que se invirtió en los restaurantes “de las torres” y el patrocinio del Zamora CF.
La UCO destaca el hecho de que tras la cesión de Ábalos por decisión de Pedro Sánchez, de Aldama trató de desalojar al exministro del chalé de Cádiz, que meses antes él mismo había seleccionado y decorado. Villafuel, la empresa de Rivas no había conseguido la condición de operador y “el grandullón2 debía quitarse del medio.
Los agentes señalan en su último informe que Claudio Rivas y Víctor de Aldama querían llevar por la vía legal el desahucio de Ábalos: “Por cierto, el burofax no lo contestan. Hay que empezar a tramitar el desahucio, antes de que vengan los líos”.