El colectivo Sare ha abierto oficialmente una tienda de ropa en el Casco Viejo de Bilbao. Ubicada cerca de la Basílica de la Virgen de Begoña, el local ofrece una amplia variedad de productos, desde camisetas y sudaderas hasta mecheros y pines, todos con símbolos relacionados con la organización. Aunque la tienda abrió sus puertas hace algunos días, la inauguración oficial se celebró con un ambiente festivo, prometiendo «tortillas y música» para los asistentes.
Productos y precios para financiar sus actividades
El precio de los productos en la tienda de Sare oscila entre 10 y 35 euros, y también están disponibles en su página web. Esta tienda es solo una de las múltiples formas de financiación del colectivo, que organiza rifas y vende artículos en eventos populares del País Vasco. Desde su creación en 2015, se ha presentado como una «asociación sin ánimo de lucro» cuyo principal objetivo es obtener beneficios penitenciarios para los presos de ETA, como el fin de la dispersión y la mejora en las progresiones de grado.
Diversificación de fuentes de ingresos
Los estatutos, inscritos en el Registro General de Asociaciones del País Vasco y a los que ha tenido acceso este medio, permiten al colectivo recaudar fondos a través de distintas actividades económicas, desde cuotas de socios hasta la venta de materiales y la obtención de subvenciones. Entre estas últimas, algunas han tenido que ser devueltas por mandato judicial, al haberse destinado a proyectos considerados «partidistas». Asimismo, en su página web, Sare invita a los interesados a hacerse socios mediante pagos periódicos, que van desde los 10 hasta los 100 euros.
El papel de la cúpula política en Sare
La estructura directiva está directamente vinculada a la política vasca y, en particular, a la izquierda abertzale. El tesorero del colectivo, Joseba Azcarraga Rodero, fue portavoz de Sare y ocupó el cargo de consejero de Justicia, Empleo y Seguridad Social en el Gobierno de Juan José Ibarretxe. Azcarraga, dirigente de Eusko Alkartasuna (EA), es además sobrino del general Luis Azcárraga Pérez-Caballero, asesinado por ETA en 1988. Por otro lado, la presidencia recae en Blanca Martínez de San Vicente, candidata de EH Bildu en las últimas elecciones municipales de Vitoria, mientras que el secretario, José María Mouliaa Valcarcel, ha estado vinculado a partidos de izquierda, habiendo figurado en las listas de Podemos en 2019.
Control financiero y opacidad
Aunque los estatutos establecen la obligación de hacer públicas sus cuentas anuales, hasta ahora no han sido accesibles en su página web. La gestión financiera está en manos de su consejo de administración, compuesto por un presidente, un secretario, un tesorero y hasta 10 vocales. Este órgano es el encargado de presentar los presupuestos anuales, aunque la asamblea general de socios tiene la tarea de revisarlos y aprobarlos. La falta de transparencia en sus cuentas sigue siendo un punto de crítica hacia la organización, que sigue generando controversia por su papel en la defensa de los presos de ETA.