Ada Colau se despide de su cargo en el Ayuntamiento de Barcelona. Aunque esta despedida no es necesariamente un adiós definitivo, debido a que según ella misma ha señalado en su discurso de despedida, “bueno cambiar, moverse, refrescar ideas e impulsar proyectos nuevos”.
El discurso de la política catalana ha tenido lugar en los inicios del consistorio que, “Hacía tiempo que en Barcelona no había un modelo de ciudad de futuro para afrontar nuevos retos que hacía tiempo que no se afrontaban, como las desigualdades, la contaminación, la masificación turística, la especulación inmobiliaria”.
La líder de Barcelona en Comú y exalcaldesa de Barcelona dejará este viernes de ser concejal. Recordemos que le arrebató este cargó en la alcaldía de la ciudad a Xavier Trias (CiU) en 2015, consiguiendo dos concejales más -11 a 9- y fue reelegida con polémica en 2019 tras aceptar el apoyo de la candidatura del exprimer ministro francés Manuel Valls.
Ada Colau renuncia a su acta de concejala.
— Wall Street Wolverine (@wallstwolverine) October 25, 2024
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La exalcadesa ha dado su discurso con el pañuelo palestino, su fiel accesorio que le acompaña en todos los actos oficiales desde que se inició el conflicto entre Israel y Palestina. Colau ha arrancado con un discurso de agradecimiento a los trabajadores del Ayuntamiento, con mención especial a las trabajadoras de la limpieza, “hasta ahora no he visto a ningún hombre” en esa tarea, ha lamentado, y ha recordado los momentos más duros en el cargo, como los atentados de la Rambla o la gestión de la pandemia.
Colau no hace un balance sobre su gobierno al frente de la alcaldía
En su discurso no ha hecho autocrítica o balance de su Gobierno, pero si ha destacado el papel de ella al frente de la alcaldía del Ayuntamiento de Barcelona y ha mencionado la unidad antidesahucios, las supermanzanas y pacificaciones de calles y los presupuestos participativos como ejemplos de legado de su proyecto de ciudad.
“Solo en una ciudad mágica y rebelde pueden pasar cosas tan increíbles como esta”, ha celebrado, al tiempo que elogiaba a sus barrios. También ha declarado que: “Lo que más me ha decepcionado de la ciudad son sus élites: provincianas, mediocres y avariciosas, que piensan demasiado en beneficio a corto plazo. Ya va siendo hora que las instituciones democráticas les paren los pies”, haciendo referencia a las querellas que se han puesto en contra de ella.
También ha mandado un especial agradecimiento a su madre, familia e hijos, quienes se encontraban en el hemiciclo: “Han tenido que aguantar demasiadas porquerías y campañas de desprestigio”, ha lamentado, para cerrar diciendo que son una familia “unida, alegre y orgullosa”. Y dedicar las últimas palabras a su amiga Vanesa Valiño, exasesora de Vivienda del consistorio, ahora enferma de cáncer: “Es un ejemplo de luz, amor y coraje”.
