Un grupo de alrededor de 20 jóvenes universitarios asociados a la acampada pro palestina ha protagonizado un incidente en la Facultad de Historia de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), donde residen desde hace varias semanas. Este grupo decidió llevar a cabo un asalto tras romper una de las ventanas de la fachada del rectorado, con el objetivo de ingresar al interior del edificio. Además, instalaron un candado en la puerta principal del reconocido Colexio de San Xerome, ubicado en la Praza do Obradoiro.
Desde este lugar, el grupo está demandando que la USC ponga fin a sus vínculos con entidades «vinculadas al sionismo» y que cese toda relación con Israel.
Una vez que las veinte personas ingresaron al edificio universitario, una parte del grupo organizó una sentada para bloquear el acceso en uno de los accesos laterales, mientras que otros manifestantes proclamaron consignas contra el papel de la USC en el conflicto desde una ventana que da hacia la Praza do Obradoiro, donde se encontraban estacionadas dos furgonetas de la Policía Nacional.
Durante la protesta, los asaltantes instaron a la directiva y al rectorado de la universidad a abandonar su postura «tibia» frente al «genocidio del pueblo palestino». Consignas como «Israel asesina, USC patrocina», «desde el río hasta el mar, Palestina vencerá» y «rector sionista, hipócrita y racista» resonaron entre los manifestantes encerrados en el rectorado, siendo apoyados por otra decena de personas desde el exterior del edificio.
Los asaltantes han estado acampando varias semanas en la universidad gallega
Además, los manifestantes pro palestinos han expresado su intención de mantener el «encierro» hasta que la Universidad de Santiago de Compostela acepte las medidas propuestas en un documento que fue entregado a la directiva de la institución académica la semana pasada.
Por otro lado, la asamblea de estudiantes que conforman los manifestantes emitió un comunicado dirigido a los medios de comunicación, explicando que la irrupción en el edificio también fue motivada por la negativa de la directiva de la USC a permitir que sus dos «portavoces designados» accedieran a la reunión del consejo de gobierno para «defender» los puntos del documento.