La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha anunciado su intención de iniciar las negociaciones para los Presupuestos Generales del Estado de 2025 este verano, planteando la inclusión de un permiso por crianza de 200 euros mensuales.
Un complemento del Ingreso Mínimo Vital
Esta propuesta, originaria del programa electoral de Sumar, partido liderado por Díaz, busca unificar las actuales prestaciones por hijo a cargo, el complemento por ayuda a la infancia del Ingreso Mínimo Vital (IMV) y la deducción por maternidad en una nueva prestación universal para cada hijo menor de 18 años.
Una propuesta que presentará el mes que viene
En una entrevista en RNE, Díaz explicó que presentará el próximo mes de junio esta propuesta a su socio de Gobierno para su inclusión en los presupuestos del próximo ejercicio. Además del permiso por crianza, también buscará ampliar el permiso de nacimiento de 16 a 20 semanas, así como retribuir cuatro de las ocho semanas anuales del permiso de crianza aprobado el año pasado para familias con hijos de hasta 8 años.
Unos Presupuestos fallidos
El Gobierno había anunciado a finales de 2023 la implementación de estas medidas en 2024, pero con la convocatoria de elecciones catalanas, renunció a los Presupuestos de este año y ya trabaja en los del próximo, que presumiblemente incluirán estas mejoras en las prestaciones relacionadas con la crianza. En este sentido, Díaz criticó al PSOE por «dejar caer» los presupuestos para 2024, siendo «la primera vez que alguien renuncia ex ante», desperdiciando un techo de gasto de más de 16.000 millones de euros que podrían haberse destinado a políticas públicas.
Ausencia de la patronal
Sobre la ausencia de la patronal en el acuerdo para reformar el sistema de protección asistencial por desempleo, suscrito por Trabajo con los sindicatos la semana pasada, Díaz expresó desconcierto, afirmando que «España no sabe por qué no ha firmado».
Mejoras en la reforma
En el marco de esta negociación, en la que la patronal «no se levantó de la mesa», se introdujeron mejoras en la reforma, como el subsidio para mujeres víctimas de violencia machista o la posibilidad de compatibilizar empleo y prestación por desempleo. La patronal, por su parte, reprochó a la ministra que la reforma del subsidio fue más un proceso de consultas que una negociación formal.