Durante la crisis del coronavirus en 2020, Salvador Illa, exministro de Sanidad, realizó pagos excesivos a dos proveedores por productos sanitarios, con sobrecostes de hasta el 600%. El Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa), responsable de las compras, adquirió guantes y batas desechables a las empresas Member of the Tribe y Weihai Textile, respectivamente, a precios muy superiores a los pagados a otras compañías durante la pandemia.
Member of the Tribe, aunque ahora en proceso de disolución, tenía ingresos de 3,8 millones de euros en 2020 y recibió contratos de Sanidad por un valor total de 9,4 millones de euros para suministrar guantes. Estos contratos representaron un sobrecosto considerable en comparación con los precios de mercado. Weihai Textile, una empresa china, fue contratada por 10,2 millones de euros para suministrar 500,000 batas desechables, con un valor exorbitante en comparación con los precios ofrecidos por otras compañías españolas.
Respiradores que quitan el aliento
Además, se están investigando supuestos sobrecostos en otro contrato de 36 millones de euros para la compra de respiradores. Este contrato, firmado por Illa, ha generado sospechas de irregularidades, incluida la inclusión de una empresa no relacionada con la fabricación de material sanitario.
En general, durante la gestión de Illa como ministro de Sanidad, se evitó el control adecuado y la fiscalización de muchos contratos adjudicados durante la emergencia sanitaria, lo que ha llevado a una serie de irregularidades detectadas por el Tribunal de Cuentas. Además, se ha revelado que un comandante de la Guardia Civil, Rubén Villalba, estaba involucrado en la trama, cobrando hasta 2,000 euros al mes por sus servicios, según descubrió la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil. Villalba habría facilitado una línea de comunicación segura a la trama, según evidencia recopilada de intervenciones telefónicas y mensajes de WhatsApp.