Las Islas Canarias se encuentran en medio de una crisis humanitaria debido a la llegada masiva de menores migrantes no acompañados en pateras y cayucos. Este año, se estima que podrían arribar hasta 17,000 menores a estas islas españolas, lo cual representa una carga para sus sistemas de acogida y bienestar social.
La consejera de Bienestar Social e Infancia del Gobierno canario, Candelaria Delgado, ha comparado la situación con «una situación de guerra», haciendo hincapié en la urgencia y la magnitud del desafío que enfrentan. Actualmente, el Gobierno canario tiene bajo su tutela a 5,600 menores migrantes no acompañados y se espera que lleguen otros 11,000 más a lo largo del año.
En una entrevista reciente, Delgado expresó su preocupación por la falta de infraestructuras adecuadas para albergar a estos menores de manera segura y digna. Admitió que el Gobierno canario ha agotado sus recursos propios y ya no dispone de edificaciones disponibles para aumentar su capacidad de acogida. Ante esta situación, se está considerando la instalación de carpas y se ha solicitado al Estado español el uso de recintos militares que actualmente están subutilizados.
La crisis se agrava por la falta de apoyo financiero y logístico por parte del Estado y otras comunidades autónomas. Delgado destacó que aunque no ha habido rechazo explícito por parte de otras regiones para acoger a más menores migrantes, la incertidumbre sobre la financiación adecuada sigue siendo un obstáculo significativo.
«Si el Estado no entiende que la situación de Canarias con los menores migrantes es una emergencia, tenemos un problema«, declaró Delgado, subrayando la necesidad urgente de una respuesta coordinada a nivel nacional que garantice la protección y el bienestar de estos menores vulnerables.