El cierre de la campaña electoral catalana revela a unos candidatos aparentemente sin argumentos, mientras los sondeos apenas varían, augurando un escenario de bloqueo que podría desembocar en unas nuevas elecciones. En los círculos estratégicos de Moncloa, la ausencia de encuestas que garanticen una mayoría para gobernar, incluso con la participación de los comunes, genera preocupación.
Tras el recuento de votos del lunes, todos los partidos buscarán capitalizar sus datos para fortalecer sus posiciones en la próxima campaña europea. Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo son los principales protagonistas de este escenario. Para Sánchez, es crucial que las negociaciones para formar gobierno no eclipsen la campaña, vista como una revalidación de las últimas elecciones generales.
La composición de la Mesa del Parlamento, programada para el 10 de junio, ofrecerá indicios significativos sobre las negociaciones para formar gobierno. Puigdemont, con una campaña hábil, ha logrado mantener su estatus de ‘presidente en el exilio’. La estrategia de evitar enfrentamientos con él por parte del PSC y ERC ha contribuido a este resultado.
La disputa entre el independentismo
La disputa entre PSC y ERC por el apoyo de Puigdemont refleja la complejidad del panorama político. Investir a Illa deja a ERC en una situación incómoda frente a Junts, mientras que un acuerdo con Junts parece difícil debido a las tensiones previas. Sin embargo, ERC tendrá dificultades para justificar su rechazo a un gobierno independentista liderado por Puigdemont, en caso de una posible mayoría independentista.
La decisión de Vox sobre el gobierno en Cataluña es crucial, especialmente para Feijóo, quien busca reagrupar el voto en torno al PP dentro del centro-derecha. Cataluña tiene un valor simbólico aún mayor en esta batalla política.