El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado los datos del mes de abril, que confirman que la inflación general se ha situado en el 3,3% en este mes, lo que supone una décima más que en marzo.
Por su parte, los alimentos y las bebidas no alcohólicas repuntaron cuatro décimas hasta el 4,8% según los mismos datos. Esta evolución al alza de la cesta de la compra, sumada a los costes del gas, han provocado que la tasa general de inflación encadene su segundo mes con crecimientos.
Este incremento se debió en su mayor parte, según el INE, a la subida de los precios de frutas y legumbres y hortalizas, frente a la bajada en el mismo mes de 2023. Los zumos también se encarecieron un 17,3%, mientras que las patatas lo hicieron un 8,6%. El aceite de oliva volvió a ser el producto más encarecido, con una tasa del 68,1%.
Los carburantes también favorecieron el aumento de la inflación en abril. En lo que va de 2024, los combustibles han incrementado sus precios mes a mes hasta conseguir una racha de quince subidas semanales consecutivas. Esto ha hecho que en abril la gasolina se encareciera un 3,5% respecto al año pasado y el gasóleo un 4,4%. La vivienda también empujó al alza el índice general. La tasa anual aumentó 2,5 puntos, hasta el 4,0%. Este comportamiento se debió, según el INE, a los precios del gas y la electricidad, que se anotó una subida del 10,2%.
Tres factores que afectan a medio plazo
En el análisis coyuntural, hay tres factores que producen una inercia al alza en el índice de precios. El primero son los servicios, cuyo comportamiento este año ha sido asimétrico. Algunas ramas han moderado sus precios, pero el sector turístico y la restauración lo han aumentado, impulsados por la fuerte demanda.
La recuperación salarial y el fin de las ayudas anticrisis son los otros dos factores que impactan en la evolución de los precios.
En un análisis global, los vaivenes mensuales del IPC sugieren que superar esa última milla de la desinflación llevará su tiempo. Los analistas esperan que la tasa media anual de la inflación general ronde el 3% a cierre de 2024 y siga por encima del 2% que persigue el Banco Central Europeo en 2025. En cualquier caso, las cifras actuales están, según los expertos, en el rango normal. Prueba de ello es que la subyacente —que excluye la energía y los alimentos frescos— continúa por la senda de la moderación al pasar del 3,3% en marzo al 2,9% en abril.